Beatriz Gómez Cortés no renuncia a estar en los Juegos Olímpicos. A pesar de que el aplazamiento del evento con sede en Tokio por culpa del coronavirus le generó dudas en el confinamiento, como adelantó este periódico, finalmente la nadadora pontevedresa ha apostado por continuar al menos un año más ligada al deporte de élite y buscar la clasificación para estar en Japón en el verano del 2021.
Sin embargo, Gómez Cortés ha decidido cambiar de aires en pos de este nuevo reto. Este viernes, PontevedraViva informó del fichaje de la deportista pontevedresa por el Santa Olaya de Gijón, algo que pudo confirmar este periódico tras ponerse en contacto con Gómez Cortés. "Empecé a entrenar esta semana, aunque he vuelto a pasar el sábado y el domingo a Galicia", expresó Bea.
La decisión de la olímpica en Río de Janeiro no fue fácil. Gómez Cortés aseguró que ha decidido dejar nuevamente el Club Natación Galaico debido a que el grupo de trabajo era "joven" y "con otros objetivos". A pesar de ello, la nadadora destacó su cariño por el equipo de su vida: "Es mi casa".
"Valorando los pros y los contras, el Santa Olaya era la mejor opción", explicó Gómez Cortés. "El grupo es bueno, al igual que las instalaciones y las facilidades que me han dado", reconoció la deportista, para la que la cercanía entre Pontevedra y Gijón ha sido otro de los puntos a favor para decidirse. "Podría haber buscado algo en Madrid o Barcelona, que es donde están las grandes potencias de la natación", reconoció Gómez, que sin embargo destacó que el Santa Olaya cumple todos los requisitos clave en su búsqueda. Aunque dentro de esos requisitos ya mencionados destaca, por encima de todos, el del entrenador: Pepín Rivera. "Me dirigió durante tres años. Ya sabe cómo soy y yo ya sé lo que pide él. Volver con él es muy diferente a empezar de cero", reconoció la nadadora, que fue entrenada por el ferrolano durante tres años.
ESTUDIOS. La apuesta de Gómez Cortés por los Juegos Olímpicos no equivaldrá a que deje de lado los estudios un año más. Y es que la nadadora, que estudia Ingeniería Biomédica en el Campus de Vigo, podrá compaginar su labor académica con el deporte. "Hablé con los profesores y no tienen problema es que estudie a distancia, ya que con motivo de esta situación que estamos viviendo, todo está preparando para seguir las clases de forma telemática", apuntó Bea. Así, la nadadora ha iniciado su nueva etapa buscando "recuperar sensaciones" tras un período en el que siguió nadando con una rutina que "tenía poco que ver con los entrenamientos habituales" y a la vez practicó otros deportes. Ahora, su objetivo es prepararse para «alguna competición que se pueda dar en 2020» y, de no ser así, para el Preolímpico, previsto en abril del 2021.
