La toxina cierra las playas del fondo de la ría de Pontevedra

El Intecmar prohibió este viernes la extracción de bivalvos en la zona

Mariscadoras en la ría de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Mariscadoras en la ría de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño en Galicia decretó ayer el cierre cautelar de las playas del fondo de la ría de Pontevedra tras detectar la presencia de toxina en la zona. Aunque el balance es provisional, si los análisis no arrojan mejores resultados, la semana que viene los mariscadores no podrán extraer molusco en las cinco zonas afectadas de la ría. Estaba previsto que los mariscadores saliesen a faenar el próximo martes 30 de abril, y los días 2 y 3 de mayo y, salvo nuevos análisis del Intecmar diciendo lo contrario, no será posible.

Se da la circunstancia de que mayo suele ser un buen mes para el marisqueo. Además, en esta época del año los precios de los moluscos de la ría suelen subir coincidiendo con la proximidad de la Semana Santa. En esta ocasión el cierre coincide además con la celebración del Mundial de Triatlón en Pontevedra, y la presencia de cientos de personas procedentes de distintos lugares del mundo en la ciudad que por el momento no podrán consumir almeja, berberecho y navaja de la ría de Pontevedra.

BATEAS. También los polígonos bateeiros de Bueu y Portonovo en la ría de Pontevedra permanecen cerrados por el Intecmar ante la presencia de toxina. Algunas de las zonas afectadas por la marea roja permanecen cerradas desde el mes de marzo. La Xunta entonces decretó a través de los resultados recogidos por el Intectmar el cierre de los viveros flotantes ubicados en la ría.

La marea roja es un fenómeno natural imposible de predecir y de controlar provocado generalmente por altas concentraciones de fitoplacton tóxico en el mar. Cada año tiene en vilo a mariscadores y bateeiros, pues lastra su actividad y tiene un impacto directo en su cuenta de resultados.

En todo caso, hay años en los que afecta más que otros a los polígonos bateeiros y zonas de marisqueo. En 2015, por ejemplo, la virulencia de la marea roja obligó a cerrar todos los polígonos de bateas de la comunidad para evitar que el molusco contaminado fuese comercializado.