Trabajadoras pobres y pensiones "de miseria"

Las protestas convocadas por la CIG y por el colectivo Galegas 8M ponen el foco en la precariedad laboral de las mujeres

La protesta convocada este viernes por la CIG y por el colectivo Galegas 8M en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera La protesta convocada este viernes por la CIG y por el colectivo Galegas 8M en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El movimiento feminista puso este viernes uno de sus focos en la precariedad laboral de las mujeres. Lo hizo durante las movilizaciones que la CIG y el colectivo Galegas 8M convocaron en la Praza da Peregrina y A Ferrería, respectivamente. En ambas concentraciones, los asistentes alertaron sobre la brecha salarial, que se sitúa en el 30,9% a nivel provincial. Esto supone que un hombre de la provincia de Pontevedra cobra al año 4.756 euros más que una mujer.

Sobre esta situación habló Regina Pérez durante la lectura del manifiesto que cerró la protesta del sindicato nacionalista. "Unha de cada catro mulleres galegas vivimos por debaixo do umbral da pobreza. Ocupamos o 77,3% dos traballos a tempo parcial", advirtió esta empleada de la empresa Froiz, que puso el broche a una manifestación que recorrió el centro de la ciudad al grito de "Patriarcado e capital, alianza criminal" o "Imos desertar, das tarefas do fogar".

Pérez reflexionó también sobre la emigración, los contratos temporales (nueve de cada diez son para mujeres) o las obligaciones impuestas por la sociedad durante la maternidad. "Impídesenos conciliar, vivindo con medo a ser despedidas ou represaliadas cando nos convertemos en nais. Somos nós as que coidamos e, polo tanto, facemos uso dos dereitos de conciliación. Dereitos totalmente insuficientes que non ofrecen a posibilidade de compaxinar traballo con coidado sen perda salarial. Abocadas a excedencias ou redución de xornada", exclamó.

El movimiento reivindicó a Rosalía de Castro, "unha galega adiantada"

La movilización de la CIG, secundada por Erguer, Galiza Nova y BNG, también reivindicó la figura e Rosalía de Castro, "unha galega adiantada á súa época que deu palabra a denuncias plenamente vixentes hoxe". Entre ellas, "a cousificación, as agresións sexuais e os abusos contras as mulleres das clases populares".

El manifiesto del colectivo Galegas 8M lo protagonizaron Concha, Maca, Pilar y Rosa, voces históricas del feminismo pontevedrés. En su intervención en la concentración de A Ferrería reclamaron una reforma laboral con perspectiva de género para erradicar la brecha salarial, la precariedad o los techos de cristal. También denunciaron "o chan pegañento e a feminización da pobreza". "As dobres xornadas non se erradican con declaracións nin con leis ditadas polos señores do capitalismo. As mulleres máis novas están condenadas ó traballo escravista, parcial e precario ou a emigrar; e as maiores están abocadas ó abandono, á soidade. Estamos fartas de percibir as pensións máis baixas do Estado, unhas pensións de miseria, que nos obrigan a sufrir pobreza na vellez", subrayaron.

Reacciones 8M

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