Un nuevo ingenio para introducir la cocaína

El ECO de Pontevedra se incautó de 40 kilos de droga y arrestó a seis personas que habían conseguido ocultarla en la parte metálica de un contenedor que transportaba pieles, un sistema que no se había visto nunca hasta ahora en España. El operativo, efectuado en colaboración con la Polícia Judiciária, partió del seguimiento de un súbdito albanés que vivía en la Boa Vila y se dedicaba al tráfico internacional de coca y de heroína hasta que cayó en manos de la Guardia Civil

A finales de 2015, los especialistas en la lucha contra el narcotráfico del ECO de Pontevedra destaparon las actividades de un súbdito albanés que residía en la ciudad del Lérez (en la que llegó a tener un empleo como tapadera), que traficaba con cocaína y heroína en varios países, entre ellos España y Portugal. Un año y medio más tarde, los agentes tuvieron constancia de que miembros de la red criminal a la que pertenecía seguían en el negocio y estaban introduciendo importantes cantidades de cocaína procedentes de Sudamérica y ocultas en contenedores. El jueves pasado, tras meses de seguimientos, la investigación fructificó. La droga cayó (40 kilos de cocaína), y con ella gran parte del grupo criminal (seis individuos), en una nave industrial ubicada a apenas 40 minutos de distancia de la ciudad del Lérez. Fue en una nave de Valença do Minho, lugar elegido por los delincuentes para el laborioso trabajo de extracción de los fardos que habían escondido mediante un sistema que nunca antes se había visto en España: el ocultamiento en el propio armazón metálico del contenedor, aprovechando los huecos de su parte inferior y soldándole planchas para su perfecta sujeción.

Uno de los detenidos, un súbdito colombiano con pasaporte español y afincado en Madrid, fue cazado in fraganti, radial en mano, cuando trabajaba para retirar los paquetes de cocaína, de gran pureza, que se hallaban en el citado escondrijo. Agentes del ECO Galicia, dependientes de la Unidad Central Operativa (UCO), componentes de la Polícia Judiciária y unidades del puesto de Valença de la Guardia Nacional Republicana (GNR) irrumpieron en el lugar, que permanecía bajo una estrecha vigilancia desde la llegada del contenedor a la raia, a principios de la semana pasada.

LA RUTA DE LA DROGA. El camino que siguió la cocaína hasta llegar a Valença do Minho fue el habitual en estos casos: partida desde un puerto con escasa vigilancia (en esta ocasión, de Ecuador, aunque la cocaína procedía de Colombia) y llegada a Europa a través de una de las grandes dársenas de la Península Ibérica (la de Lisboa). El grupo criminal tenía la estructura necesaria para retirar la mercancía del puerto (a través de un camión), lo que le permitió transportarla por carretera hasta la nave de la villa fronteriza que previamente habían alquilado. Una vez allí, la idea de los narcotraficantes era extraer los paquetes y transportarlos a distintos puntos de la geografía española (se piensa que Madrid y Galicia, principalmente). Para ello tenían vehículos con habitáculos especiales que también fueron intervenidos por las autoridades. Contaban, además, con una empresa pantalla que trabajaba en la importación de pieles desde hacía tiempo, lo que le daba una apariencia lícita a sus actividades.

SISTEMA INDETECTABLE. El sistema de ocultación de la cocaína en el bastidor del contenedor es prácticamente indetectable con los medios de los que se dispone en los puertos en la actualidad (scanner e inspección ocular), por lo que los agentes optaron por esperar a que los narcotraficantes iniciasen el proceso de extracción de los mismos para completar el operativo. Distintas fuentes confirmaron a este periódico que nunca antes en España se había visto este modo de ocultamiento de la cocaína. En el momento del registro, el detenido ya había desprendido del contenedor unos 20 kilos de droga. Posteriormente, los investigadores hallaron otros 20, repartidos en fardos de distintas morfologías.

En cuanto a las identidades de los detenidos, se trata de seis personas de nacionalidades albanesa, colombiana, española, rumana y portuguesa.

Todos ellos tenían oficios aparentemente legales: tres de ellos se dedicaban al comercio de distintas mercancías, uno era carpintero y otro contable. El presunto cabecilla era el ciudadano albanés (afincado en Madrid y con lazos directos con su citado compatriota que residía en Pontevedra). Su pareja, de nacionalidad rumana, dos súbditos colombianos con doble nacionalidad (pasaporte español), un sexagenario de Ourense afincado en Madrid y un ciudadano portugués son el resto de arrestados.

Todos ellos ingresaron en prisión por orden de las autoridades judiciales lusas, que presentaron el operativo en la tarde de ayer en la Diretoria do Norte de la Polícia Judiciária, en la ciudad de Oporto, en una comparecencia conjunta con los responsables del ECO de Pontevedra.

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