Uno de los ciclistas de A Guarda: "Fue un atropello. No lo llamó accidente"

"Lo que sucedió allí lo sabemos todos: un coche que no frena, no gira la trayectoria, carga hacia nosotros constantemente", declaró uno de los miembros del pelotón arrollado por un conductor de 87 años

Carlos Prado, uno de los miembros del pelotón arrollado por un conductor de 87 años el pasado mes de marzo en A Guarda, ha señalado este martes, tras declarar en los juzgados, que aquello no se puede catalogar como un accidente, sino como "un atropello sin más".


"No lo llamo accidente, lo llamo atropello sin más: un coche que viene por detrás y arrolla a un grupo de ciclistas, sin frenar, sin desviar la dirección, sin pitar (...) es algo inexplicable", ha narrado.

Prado, que iba en la parte delantera del pelotón y apenas sufrió arañazos y contusiones, ha indicado que le "gustaría pensar" que el conductor pudo estar mareado, momentáneamente inconsciente, o incluso distraído porque se le cayera el móvil, y ha lamentado que por el momento "solo hemos oído mentiras" de la defensa.

Ha criticado que el conductor, Manuel Benito A.L., alegue que "un grupo de ciclistas se le mete en medio" cuando "se llevó por delante al primero que se encontró. El pobre ya está en otro mundo, esa es la realidad", ha dicho sobre su compañero de pelotón José Antonio Casas, fallecido tras el atropello.

"Lo que sucedió allí lo sabemos todos: un coche que no frena, no gira la trayectoria, carga hacia nosotros constantemente. Es un grupo de tanta gente, no son cinco metros, es un grupo largo, ¿y no te da tiempo a reaccionar, de salvar a alguno?", se ha preguntado.

Carlos Prado ha abundado en que defender esta tesis antes de conocerse el atestado de la Guardia Civil "suena muy fuerte", porque "los ciclistas siempre somos los culpables de todo", se ha quejado, pero una vez que ha trascendido su contenido "es lo que hay. A ver si hay justicia", ha remachado.

Uno de los aspectos en los que ha hecho hincapié es en la velocidad a la que iba el conductor, y ha deducido que "tal estropicio no lo pudo hacer a 50 por hora".

A pesar de ir en la cabecera del pelotón y de que no pudo ver la que se le venía encima, ha recalcado que "el sonido es suficiente" para sacar conclusiones de lo que sucedió.

Carlos Prado sí pudo ver que el conductor estuvo "un rato parado", que frenaba y se movía un poco hasta que al cabo se fue.

Lo primero que se le vino a la mente, según ha relatado, cuando estaban los ciclistas esparcidos por el suelo es que "estábamos todos muertos".

Aunque "todo el mundo está muy afectado", ha incidido en que "ver salir gente adelante nos da mucha moral", sobre todo a aquella gente que "dabas por muerta".

Carlos Prado ha indicado que "poco a poco" ha vuelto a salir en bici porque "uno tiene que volver a su vida", consciente eso sí de que los ciclistas tienen que "aprender a convivir" con que "te insulten sin más" o "te pasen rozando y te digan: fuera de la carretera".

La abogada del ciclista fallecido, Aida Blanco, ha señalado por su parte que tanto Carlos Prado como el otro ciclista que hoy ha declarado, Julio Díaz, se han ratificado en lo que testificaron en su día ante la Guardia Civil.

La letrada espera que en el marco de la instrucción, que "va a ir para largo", se confirme que la del conductor fue una actuación susceptible de ser calificada como homicidio imprudente.

Ha indicado también que en principio no está previsto que vuelva a declarar el conductor octogenario, "pero puede ser llamado en cualquier momento".

Las próximas declaraciones de testigos están fijadas para el 4 de julio, con otros dos ciclistas atropellados, y dos días después, la del ciclista que circulaba en el carril contrario y la del conductor de turismo que circulaba detrás del acusado, que efectuará en Burgos. 

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