Con el inicio del nuevo curso, vuelve a haber movimiento en la parcela de Méndez Núñez que, desde las demoliciones de los inmuebles que estaban más deteriorados, se reducía a un extenso terreno con piedras apiladas y cierres perimetrales. La empresa que metió la piqueta en esta céntrica zona de Marín inició este martes los trabajos de recogida de las piedras que quedaron desprendidas, resultado de tirar abajo los inmuebles abandonados.
Esta actuación, llevada a cabo por los propietarios, estará seguida ahora por la demolición de los últimos dos edificios que todavía quedan en pie. "Solicitaron la licencia y se le mandó el proyecto a Patrimonio, que acaba de dar su visto bueno, por lo que ya cuentan con todos los permisos y pueden empezar cuando consideren", explica la alcaldesa, María Ramallo.
Además, los propietarios de los terrenos deberán empezar a entablar conversaciones con promotores y expertos del sector de la construcción para valorar cuál es la edificabilidad del terreno y cómo les interesa urbanizarlo. Aunque el pasado abril este periódico adelantaba que prácticamente ningún propietario tiene interés en edificar nada en la parcela, el Gobierno local asegura que urbanizar no es una opción, sino que es la única sobre la mesa.
Al ser una propiedad privada, son sus dueños los encargados de realizar un proyecto de urbanización del entorno, en el que, en este caso, se incluye la creación de zonas verdes y la apertura de una nueva calle. Estos espacios pasarían a ser públicos y, por lo tanto, de titularidad municipal.
El problema radica en que en Méndez Núñez son muchos los propietarios que deben ponerse de acuerdo para sacar adelante el proyecto. Si su presentación al Concello se demora más de la cuenta, "pasado un tiempo prudencial, nosotros podemos hacernos cargo de al iniciativa y marcarles unos plazos y un guión que deben cumplir", afirma la regidora, que aclara que, "en ningún caso", el Concello se convierte en promotor, "lo que hace es impulsar la actuación para que se lleve a cabo".
Lo que está ya entrando en su fase final es la modificación puntual del PXOM que están redactando los técnicos municipales, que servirá para implementar al planeamiento las decisiones adoptadas por la justicia en las sentencias que afectan al conocido como polígono de las monjas. "Prácticamente está terminada y entonces podremos actualizar el PXOM", explica la alcaldesa.
Ahora, solo queda esperar a saber qué es lo que deciden los propietarios de los terrenos.
