El mal estado de la parcela que se utiliza como aparcamiento disuasorio en las proximidades de la Casa del Mar de Mollavao ha provocado nuevas quejas por parte de sus usuarios. Estos denuncian que la cantidad de socavones hace realmente difícil circular por ella, a pesar de que se trata de un estacionamiento que cada día tienen que utilizar numerosos pacientes que acuden al centro sanitario, ya que la cantidad de plazas en el recinto de la Casa del Mar es muy escasa en comparación con el número de personas que acuden a las consultas.
A estas quejas se suman las de la Asociación de Vecinos de la zona, cuyo presidente, Juan Sáenz Díez, indicó que en este solar se acumulan desde hace meses montones de escombro, "incluidas uralitas con amianto", un material cuya manipulación y retirada debe realizar, por ley, una empresa especializada a causa de su toxicidad.
"Se lo hemos comunidado al Concello en varias ocasiones, pero los escombros siguen allí", lamentó el portavoz del colectivo.
Este señaló que la parcela es propiedad de Costas y que existe un proyecto con el que una parte del solar se utilizará para construir un nuevo vial que contectará la autovía con la carretera vieja de Marín y la parte restante será acondicionada. Para ello, es necesario que Costas ceda la titularidad al Concello y ese paso todavía no se ha dado. Precisamente, Juan Sáenz subrayó que sería necesario acondicionar este terreno mientras la actuación no comience, pues con toda probabilidad tardará meses.
"Esperemos que el proyecto se inicie antes de las elecciones de junio del año que viene", apuntó.
Por su parte, el Concello señaló que la petición para tramitar el cambio de titularidad se remitió a finales del año pasado y aún está esperando respuesta, aunque aclaró que se trata de un protocolo que requiere tiempo. Añadió que, aunque tiene autorización para usar la parcela como aparcamiento público, su acondicionamiento corresponde a Costas, como titular del terreno, si bien hay casos (como el parking disuasorio ubicado frente al Pavillón Municipal) en los que el propio Concello se hace cargo de arreglar el firme.
El cambio de titularidad implica que el Gobierno local deberá hacerse cargo de las labores de mantenimiento de la calle, que será humanizada. El único trámite pendiente ahora para que estas obras se lleven a cabo es el de la Dirección General de Costas. Sin este permiso no se podrdá abrir el nuevo vial entre Rosalía de Castro y la Avenida de Marín.
