Lo sucedido el día 11 en A Estrada, es decir, que cinco perros de raza peligrosa ataquen a una anciana, podría repetirse en cualquier momento porque la Consellería de Medio Ambiente no adoptó medida alguna para evitarlo, advirtió el sábado Jesús Armenteros, el suegro de María Fraiz Taboada, que sufrió en sus pies y sus piernas las mordeduras de cinco canes. Con sus 89 años, la anciana se recupera lentamente y debe acudir dos veces por semana al Centro de Saúde.
Para denunciar lo ocurrido y exigir que Medio Ambiente y el Concello adopten medidas, más de medio centenar de vecinos se concentraron el sábado ante la Casa Consistorial, mostrando pancartas en las que reclamaron a ambas administraciones que adopten medidas para proteger a las personas y también a los perros.
Armenteros quiso dejar bien claro que el problema no son los perros, sino su dueño y la dejación de responsabilidades por aquellos que deberían exigírselas. Son 18 los canes que conviven con él, en una situación irregular, agregó. La situación que se está viviendo en Ribela, donde se encuentra su casa, es de tensión y de termos, apuntó, y quien puede evita pasar por este lugar.
Ante el vacio que perciben por parte de quienes deberían prestarle amparo, el portavoz de la familia subrayó y agradeció la solidaridad expresada por los vecinos que asistieron a la concentración.
