Vecinos de la Travesía do Forno denunciaron la existencia de un posible narcopiso en esa misma calle del municipio marinense. Varias fuentes vecinales aseguraron que se trata de la reaparición de este tipo de vivienda en la zona, ya que hace un tiempo ya habían vivido la misma situación, que fue posteriormente intervenida por los cuerpos de seguridad.
Esta situación comenzó, según cuentan los vecinos, el pasado 20 de mayo, por lo que llevan "aguantando" ocho meses este tipo de acontecimientos que con el paso de los meses se han ido agravando. Tras pasar prácticamente cerca de 15 días sin altercados, "en los últimos días las cosas se han puesto peor y las broncas cada vez son más fuertes".
Y es que además de denunciar los constantes trapicheos, los vecinos indicaron que suelen darse situaciones de amenazas por parte de los inquilinos al resto de residentes del inmueble, así como de agresividad entre los traficantes y robos del mobiliario del propio edificio. Los afectados aseguran que ya han advertido en numerosas ocasiones al propietario de la vivienda, sin recibir respuesta alguna por su parte.
"Hay muchos vecinos con mucho miedo. En este edificio viven muchas personas mayores y también hay niños. Estamos todos muy asustados y muchos no quieren denunciar", indica uno de los residentes del edificio, que en la madrugada del sábado tuvo que llamar a la Policía Local después de que a lo largo de la noche se diesen varias situaciones de supuesta venta de drogas. Los afectados también indican que "claramente se saltan el toque de queda para trapichear y van sin mascarilla a todos lados".
"Muchos clientes al final casi siempre son los mismos, y todos con antecedentes y conocidos por andar con drogas, pero a veces viene otro tipo de gente más preparada e incluso con coches de alta gama", explican los vecinos sobre el tipo de clientela que frecuenta la narcovivienda.
"En comparación con el anterior narcopiso, aunque es la misma dirección, los inquilinos trabajan más a baja escala, pero si se les deja las cosas pueden ir a peor", concluyen.
Más allá de la problemática de la okupación, el eje principal de la denuncia que habían hecho los vecinos de Cantodearea es que esos mismos usurpadores estaban creando una zona de trapicheo y tráfico de drogas.
Igual que los vecinos de la Travesía do Forno, también manifestaron su preocupación durante las noches, ya que en muchas ocasiones "no podemos pegar ojo por el ruido que hacen, con gritos y golpes". Y es que, además, la gran parte de los afectados son personas mayores y familias con hijos, que viven con "preocupación".
Este tipo de problemáticas con respecto a los narcopisos es una situación que cada vez preocupa más a los vecinos de Marín.
