LA CARA B DEL CARNAVAL

La venta online y los bazares chinos ponen en jaque al pequeño comercio

Los locales especializados en disfraces señalan un importante bajó en las ventas durante los últimos tres años

Empleadas de Party Fiesta luciendo algunos d los disfraces de moda. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Empleadas de Party Fiesta luciendo algunos d los disfraces de moda. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El Carnaval es sinónimo de abundancia: de ingenio, de buen humor, de sátira, de diversión... y también de inversión económica. Pontevedra presume de tener el mejor Entroido urbano de Galicia y tanto sus vecinos como los visitantes no dudan en rascarse el bolsillo para que ese privilegio perdure.

El tradicional sondeo que realiza la Federación Provincial de Comercio revela que el gasto de este año aumentará un 8% con respecto a 2018, y que el Carnaval facturará algo más de 40 millones de euros en toda la provincia: 26,2 en disfraces y complementos, y 13,7 en alimentación y hostelería.

Por grupos de edades, la cartera de los mayores de 25 años será la que más se vaciará, con un gasto medio de 59,4 euros, dejando un montante en la provincia de 18,4 millones. Les siguen los niños de hasta 14 años, con 19,8 euros de media y un total de 4,1 millones; y los jóvenes de entre 15 y 24 años, que invertirán 47 euros de media para sumar 3,6 millones.

La Federación de Comercio aclara que no todos los pontevedreses se implicarán en la fiesta más irreverente del año. De hecho, sólo lo hará el 60%, bien en colegios, salas de fiestas, festivales, o actos organizados por los 61 municipios de la provincia.

"El comercio tradicional se está perdiendo. Hay gente que viene aquí a probarse el disfraz y después lo compra en Amazon", dice Loli Novás
 

En base a estas previsiones, el negocio que generará el Carnaval en la ciudad rondará los tres millones de euros, pues al gasto en disfraces (905.000 euros) se le sumarán los más de 200.000 euros presupuestados por el Concello para la organización y los 1,7 millones que invertirán en alimentación, supermercados, restaurantes, hostelería y pastelerías tanto los 82.000 residentes en la Boa Vila como los 42.000 vecinos de la comarca que se acercarán a ella para disfrutar de diez intensos días de fiesta.

Sin embargo, el comercio tradicional no comparte esta visión tan positiva del Entroido. Es más, está profundamente preocupado por el bajón que han sufrido sus cajas en los tres últimos años, debido a la competencia de los bazares asiáticos y a la cada vez más activa venta por Internet.

"La época del Carnaval sigue siendo importante y duplicamos la facturación mensual, pero hace años era un porcentaje muchísimo más elevado. Un detalle: antes contratábamos a cinco personas a jornada completa y ahora estamos solo dos", explica Loli Novas, encargada de la histórica tienda familiar de Benito Corbal.  

Celebración en los años 70 del carnaval. ARCHIVO

Alerta de que "el comercio tradicional se está perdiendo cada vez más" y cita casos como que "hay gente que viene aquí a probarse el disfraz (porque lo permitimos) y después lo compra en Amazon". Una práctica que no acaba de entender "porque no hay apenas diferencia de precios. Nos molestamos en cotejarlos y podemos afirmar que es así".

Novás pone en valor otro elemento diferenciador: "En los chinos puedes comprar más barato, pero la calidad es muchísimo inferior".

Party Fiesta es otro negocio especializado en disfraces y corrobora el auge de las ventas por Internet. "De hecho, nosotros tenemos página web y recibimos muchos encargos por ahí, pero la gente que puede venir a la tienda, prefiere probar y ver antes que comprar desde casa", explica la encargada, Melissa González.

En su caso, el Carnaval supone casi el 50% de la facturación de todo el año y el resto es entre Halloween, bodas, bautizos y comuniones. "Si al mes facturamos entre 5.000 y 6.000 euros, en estos días podemos llegar a triplicar esa cifra", comenta.

Tanto Novás como Party Fiesta coinciden en señalar la tendencia de comprar un disfraz base en vez de encargar uno. "Donde se invierte más dinero ahora es en los complementos", indica.