Vicente Zabala, cronista taurino: "En las plazas en las que desde el empresario se trabaja bien el público responde"

Su mirada y su escritura son parte del paisaje taurino de las últimas décadas en nuestro país ► Un libro, 'Crónicas volcánicas', compila esa cascada de impresiones sobre el toreo a través de crónicas y entrevistas ► El próximo domingo escribirá desde Pontevedra para felicitarse por la buena salud de la plaza de San Roque, todo un ejemplo para la fiesta

Vicente Zabala. JOSÉ AYMÁ
photo_camera Vicente Zabala. JOSÉ AYMÁ

POCOS OJOS han visto más tardes de toreo que los de Vicente Zabala de la Serna, quien hace de sus páginas en El Mundo atalaya de la mejor escritura que sobre toros se realiza en este país. No sólo lo que se ve, sino el cómo se traspasa a literatura hacen de su escritura un testimonio impagable de lo que sucede en las plazas de toros de España. Esta semana desembocará en Pontevedra para, desde sus piedras salinas, contar lo que sucede en esta "perla" gallega, como tantas veces la ha denominado, en la que los toros son sinónimo de felicidad. ¡Y qué así sea!

¿Cuántos festejos puede presenciar aproximadamente Vicente Zabala durante una temporada?
En los últimos años con la disminución general de festejos pues bastantes menos que en la década de los noventa o principios de la década del 2000, que creo que acababa en torno a las 160 corridas al año. Ahora estaré alrededor de las 115.

¿Cuál es su valoración del estado actual de la fiesta en medio de esta marejada pro y antitaurina?
Pues en un estado muy delicado, con dos frentes abiertos. El frente exterior, con la fractura social y el acoso antitaurino; y el otro, el interior, el del propio mundo del toro, con la ausencia de una reforma y revisión profunda que necesitaría el sector.

Hay que ver la situación de manera optimista pero en función del trabajo del empresario

¿Qué aspectos considera, dentro de un ámbito tan encorsetado como el taurino, que se podrían renovar?
Creo que la reforma sería muy amplia y afectaría a muchos palos del mal funcionamiento del sector. Quizás habría que comenzar por la fragilidad de la novillería. Sin mano de obra la tienda hay que cerrarla.

¿Su presencia en tantas plazas le permite calibrar un bajón en la asistencia de público?
Globalizar la situación es complicado. Pienso que en las plazas en las que se trabaja bien el público responde. Tenemos ejemplos como el de la reciente Feria de Santander que ha subido la asistencia, algo que también viene sucediendo desde hace unas temporadas en la Feria de Albacete. En líneas generales hay que ver la situación de manera optimista, pero siempre en función del trabajo que desempeñen los empresarios que gestionan sus plazas.

Vayamos a los carteles de la Feria de Pontevedra. ¿Me puede analizar ese primer cartel con El Juli, Manzanares y Roca Rey?
Creo que es una conjunción estelar. Por distintos motivos El Juli y Roca Rey están siendo los toreros de la temporada. El Juli en Sevilla, con el indulto de Orgullito, hizo historia, y su faena en Madrid a Licenciado también, creo que esa ha sido la faena más importante, no sólo de la Feria, sino de los 20 años de carrera de este torero en Madrid. Y Roca Rey es una bestia, estoy absolutamente convencido de que es el torero a mandar en el futuro próximo. Tiene una fuerza telúrica, el terremoto llegado del Perú con un toreo abrasador y que en estos años de alternativa ha profundizado muchísimo en su toreo. Un cartel inmejorable.

¿Y el segundo con Diego Ventura, Ferrera y El Fandi?
Pues el torero a caballo más importante del momento que viene de cortar un rabo en Madrid, la máxima figura del rejoneo. Sería un cartel de banderilleros si Ferrera vuelve a coger los palos, algo que ha dejado de hacer este año. El Fandi es el espectáculo total, el alboroto y un gran estoqueador.

En una crónica es indispensable saber leer el comportamiento de los toros

Y el último día con Morante, Talavante y Cayetano.
Un cartelazo. Que Pontevedra haya dado cabida a Talavante es un acto de justicia que no se da en otras plazas. Su sola presencia es un atractivo mayúsculo. Y junto a él Morante en su regreso a quien siempre hay que ir a ver. Hace un par de años en Pontevedra estuvo para comérselo. Cayetano tiene tirón y viste el cartel.

Sus crónicas se han convertido en libro. ¿Qué hay detrás de la edición de Crónicas volcánicas?
Pues una necesidad simplemente de decir yo estuve aquí y dejar constancia de mi trabajo. No tiene más pretensiones, están escogidas no por hitos sino por gusto personal y también hay entrevistas. Un gran placer en el que cuento con el ilustrador Robert Ryan, el prólogo de Luis María Ansón y la presentación de Antonio Lucas (www. crónicasvolcánicas.com).

¿Qué debe contener una crónica taurina?
Siempre me he exigido en ver al toro. Quien no lo vea tendrá complicado transmitir. Después viene ser fiel a la realidad de lo acontecido, luego llega la literatura, pero es indispensable saber leer el comportamiento de los toros.

Y junto a lo qué se cuenta, el cómo se cuenta en usted es diferente.
Sí, la forma de contar importa para otorgar el placer de leer. Más allá del reconocimiento de los profesionales está esa vecina mía del cuarto que siempre me dice "a mí no me gustan los toros, pero me encantar leerte" y yo ese elogio lo aprecio mucho.


"La plaza de Pontevedra transmite alegría y futuro"

Usted ha estado presente en la Feria de Pontevedra en varias ocasiones. ¿Qué le transmite esta plaza?
Pues me transmite salud, una plaza con alegría, con vida y futuro. Si el acoso exterior no lo impide esa plaza me infunde una salud magnífica producto de este trabajo bien hecho de los empresarios, en este caso la familia Lozano que le pone mucho cariño a lo que hace en esa plaza y que se evidencia en unos carteles magníficos.

Siempre se la ha acusado a esta Feria de primar lo festivo sobre lo puramente taurino.
Sinceramente creo que cada plaza tiene su personalidad, y no lo veo del todo así. En cuanto un torero marra con la espada y da un pinchazo, se deshincha mucho, siendo muy seria en cuanto a la resolución de las faenas con la espada. Es una plaza fundamentalmente alegre y eso no se le debe robar, forma parte de su personalidad, para los tribunales de cátedra examinadores ya está Madrid y el propio público madrileño se lo pasa mejor cuando sale fuera que en su propia plaza envuelto en ese sentido tan estricto de la fiesta.

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