Blog | Comanchería

Vicios baratos

El viernes muchos jóvenes salieron a la calle por la "emergencia climática". GONZALO GARCÍA
photo_camera El viernes muchos jóvenes salieron a la calle por la "emergencia climática". GONZALO GARCÍA

LUNES

Corre un chiste por las redes sociales en el que alguien, no queda muy claro si un hombre o una mujer, le propone a su compañero/a de juerga subir a casa para tomarse la última. "A mí no me engañas", le responde. "Tú, lo que quieres es que formemos otro partido de izquierdas". Con la aparición en escena de Más País, la penúltima aventura política de Iñigo Errejón, se confirma esa teoría de que poco importa en cuantas porciones se divida la tarta de la derecha: la izquierda siempre se quedará con hambre. Se presenta Errejón, según dice, "por responsabilidad". Y está muy bien que lo aclare: cualquiera podría pensar que lo que en realidad quiere es subir a follar.

MARTES

De un modo que todavía no acabo de entender, el independentismo catalán ha dejado de ser visto como un movimiento cobarde, capaz de utilizar niños y ancianos como escudos humanos ante los antidisturbios, para convertirse en una abominable organización terrorista. El tiempo y la justicia dirán si los miembros de los CDR detenidos hoy en Barcelona son o no terroristas, pero no deja de ser significativo las prisas de unos y otros por arrimar las detenciones a su sardina. Quién le iba a decir a Mariano Rajoy, cuando declaró formalmente que "en ausencia de violencia se puede hablar de todo", que la desaparición de ETA iba a traer consigo, entre otras muchas cosas, tantísima frivolidad. "Quim Torra es el jefe intelectual de los CDR terroristas", leo en un titular. Mientras la justicia —nada de periodistas o militantes de Ciudadanos con falta de cariño— no me demuestre lo contrario, yo seguiré riéndome cada vez que encuentre el nombre del político catalán junto a las palabras "terrorista" e "intelectual": soy persona de vicios baratos.

MIÉRCOLES

Más allá de las circunstancias personales conocidas, el alcalde Lores se expuso a caer rendido por el cansancio en la bancada del Parlamento y terminó fotografiado por algún rival político sin demasiados escrúpulos. Hasta ahí todo normal, salvo que la política se haya convertido en un parque de bolas y algodones de azúcar sin que yo me haya percatado. Dicho esto, ni la flaqueza de Lores da para montar el escándalo pretendido, ni se puede pretender que quienes ejercen de oposición no lo utilicen. De todo el rifirrafe, organizado principalmente en las redes sociales, salió fortalecido el propio alcalde, que explicó el contexto y pidió disculpas sin mayores adornos. "Son humano", escribió en su cuenta de Twitter. En esas dos palabras está la clave para entender y valorar todo este asunto como realmente se merece, sin poses innecesarias ni los puñitos apretados, que no son otra cosa más que la versión moderna del famoso pie de trinchera.

JUEVES

"El Tribunal Supremo ha cercenado nuestros derechos fundamentales... No existen precedentes en el mundo civilizado", protesta Francisco Franco Martínez-Bordiú en un entrevista concedida al diario El Mundo. Pues protesta denegada, Paco.

VIERNES

La emergencia climática —lo del cambio climático no es más que un eufemismo popularizado por la administración Bush para suavizar urgencias— es un problema de todos que parece haber calado, especialmente, en las conciencias de los más jóvenes. Resulta lógico: son ellos los que heredarán un planeta enfermo pero también los menos apegados a un estilo de vida en el que la felicidad se podía medir en kilómetros/hora, implantes de silicona y chuletones de buey. Fueron ellos —principalmente los que salieron esta tarde a las calles para exigir medidas urgentes y serán ellos los encargados de introducir el ecologismo en la agenda política de un modo que muy pocos pueden, todavía, llegar a imaginar. Esto siempre y cuando, de aquí a la mayoría de edad, una gran parte de estos jóvenes idealistas no se reconviertan en adultos estúpidos y avariciosos, como nosotros.

SÁBADO

A Xaime Nogueira me lo presentaron en una cena del periódico y me pasé toda la noche mirándolo, como si me hubiera enamorado de él. Y puede que lo estuviera, ahora que lo pienso, o que simplemente me lo quisiera llevar a casa esa noche para fundar otro partido de izquierdas, quién sabe. Vuelve pronto, periodista: lo que sobramos en esta santa casa somos los columnistas y quizás, solo quizás, un proyecto político para las próximas municipales encabezado por Errejón.