Los vídeos y los testigos confirman la agresión que causó la muerte al dueño de un cíber de Marín

El acusado de lanzar el puñetazo alega drogadicción y dice no recordar nada

Uno de los detenidos por la muerte de un hombre en un cíber de Marín. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Uno de los detenidos por la muerte de un hombre en un cíber de Marín. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Las imágenes de las cámaras de seguridad del Cíber War, en Marín, constatan la pelea que se entabló en el negocio el 9 de febrero de 2016 entre los hermanos Joaquín y Enrique S.J., y José Manuel P. O., propietario del negocio. En la riña también participaron dos menores de edad, familiares de Enrique y Joaquín.

Los vídeos evidencian igualmente que José P.M., de 61 años y padre de José Manuel, intentó mediar en la disputa, recibiendo un violento puñetazo en la cara que le fracturó la nariz y le hizo perder el conocimiento, cayendo a plomo contra el suelo y golpeándose en la cabeza, lo que le provocó unas lesiones letales que a los dos días le causaron la muerte.

Los testigos del incidente coincidieron en que el autor del puñetazo fue Joaquín S. J., quien se enfrenta a una petición de 3 años y 3 meses de prisión. Para su hermano, en cambio, las acusaciones solicitan una multa de 360 euros por un delito de lesiones leves a José Manuel. Este, por su parte, está acusado del mismo delito contra los dos hermanos y se le pide una multa de 720 euros.

El origen de la pelea que tuvo el trágico desenlace fue la negativa de la víctima a grabar un CD con música a los dos hermanos. Se inició entonces un cruce de insultos y el sexagenario decidió llamar a su hijo para que acudiera al local. Al ser informado de lo ocurrido, José Manuel instó  a los hermanos y sus familiares a abondonar el cíber, lo que desencadenó la reyerta.

El responsable del negocio asumió todo lo que se ve en el vídeo, mientras que ambos hermanos sólo respondieron a sus respectivas abogadas y, si bien reconocen el episodio violento, no aludieron a lo ocurrido con el fallecido.

A mayores, Joaquín S. J. alegó drogadicción y que se encuentra a tratamiento psiquiátrico. Su madre declaró en la sala que "mi hijo está mal de la cabeza, hace cosas que no debe".