El juicio por lo ocurrido en otoño de 2017 en el camino hacia la declaración unilateral de independencia de Cataluña ha quedado este miércoles visto para sentencia en el Tribunal Supremo cuatro meses después de su inicio.
"Muchísimas gracias a todos. Visto para sentencia. Abandonen la Sala, por favor", ha afirmado el presidente del tribunal, Manuel Marchena, pasadas las 19.00 horas.
Ha sido la 52ª y última sesión del juicio del procés, que comenzó el pasado 12 de febrero y cuya sentencia se espera para después del verano.
Ahora, el tribunal presidido por Manuel Marchena y formado siete magistrados debe pronunciarse sobre lo que ocurrió en aquellos días. Es decir, discernir si hubo una rebelión, como sostiene la Fiscalía; o si fue sedición, como plantea la Abogacía del Estado; una mera desobediencia, como admiten las defensas, o algún tipo intermedio.
Durante los cuatro meses de juicio, el tribunal ha podido escuchar, además de a las partes y a los acusados, la versión de 422 testigos, además de conocer las pruebas periciales y documentales.
"Mientras tanto, mi trabajo deber ser el de contribuir siempre, a traves del juicio de las urnas, a promover la democracia, la convivencia y el bien común", ha manifestado Junqueras ante el tribunal que le ha juzgado.
Utilizando sólo unos pocos minutos de los 15 de los que disponía, ha asegurado que mantiene sus "convicciones políticas y religiosas" y que las comparte "con todos aquellos que creen que defender la república desde un parlamento no puede constituir delito", siempre "desde el respeto a las libertades fundamentales y los Derechos Humanos".
Junqueras ha comenzado su turno de última palabra después de que el presidente del tribunal, el magistrado Manuel Marchena, le diese la palabra, antes de poner punto final al juicio que se ha celebrado los últimos cuatro meses en el Tribunal Supremo. El exvicepresidente ha apoyado su disertación en un papel en el que tenía escritas sus palabras y ha sacado sus gafas para poder leer.
"En este banquillo no estamos sentadas doce personas sino dos millones que se sienten concernidas con lo que ha pasado y con la decisión que ustedes van a adoptar, que esperan que sea valiente", ha apelado Romeva directamente al tribunal.