"No me voy a hacer rica por cobrar un mes de alquiler más"

Las hermanas Alba y Estela Barreiro dejan de ingresar parte de las mensualidades de los bajos comerciales que tienen arrendados
Alba y Estela Barreiro. CEDIDAS
photo_camera Alba y Estela Barreiro. CEDIDAS

"En cuanto empecé a oír las noticias del confinamiento y el cierre de establecimientos, en lo primero que pensé es en el negocio de Javier, en que no iba a tener ingresos y el alquiler era un gasto enorme". Lo cuenta Estela Barreiro, propietaria de un bajo comercial en Pontevedra que este mes dejará de ingresar la mensualidad por el alquiler del mismo por solidaridad con su arrendador.

La historia de Estela y su hermana Alba, también propietaria de otro local, se encuadra en un amplio capítulo de respuestas solidarias a la crisis del coronavirus mucho antes de que el Gobierno aprobase esta semana ayudas para afrontar el pago del alquiler. "Yo no me voy a hacer rica por un mes de alquiler, si yo estuviese en esa situación también me gustaría que me ayudasen a salir adelante", explica Alba cuando le preguntan por los motivos por los que ha reducido el importe de la mensualidad a quien alquila su bajo.

Alba Barreiro
"Si yo estuviese en la situación de mi arrendatario también me gustaría que me ayudasen a salir adelante"

Ambas son dueñas de dos locales en la calle Cobián Roffignac tras heredarlos de su abuela y han decidido ayudar a los propietarios de los negocios en esta crisis. "En mi caso, se trata de la tienda de piensos y plantas para huertos A Granxa, ellos pueden seguir abiertos pero la venta ha bajado muchísimo en una época muy importante, justo cuando la gente compra hortalizas para plantar", explica Alba Barreiro, de 34 años. Así, después de que su hermana le comentase la idea de no cobrar el alquiler al negocio ubicado en su bajo, decidió hacer lo mismo y ponerse en contacto con su inquilino para decirle que este mes solo le cobraría la mitad.

En el local de Estela tiene su tienda un negocio de productos para bebés, el comercio Míster Bambú. En su caso ni siquiera es posible abrir el establecimiento al público al no vender productos básicos. "Tampoco hacen ventas online para no tener que movilizar a repartidores, así que sus ingresos son cero", cuenta Estela. La joven solo le cobró al propietario del negocio una parte mínima del alquiler para cubrir los gastos de Hacienda. "Tenía miedo porque yo no trabajo y me estoy pagando un máster, justo ahora me llega una factura del IBI, pero en cuanto comprobé que con mis ahorros podía asumirlo, decidí ponerme en contacto con él para avisarle de que este mes solo le cobraría una pequeña parte", cuenta la joven de solo 26 años.

Estela Barreiro
"Yo no tengo trabajo y estoy haciendo un máster, pero tiraré de ahorros para pagar el IBI"

LOS ARRENDADORES. La respuesta de los empresarios cuyos negocios están instalados en los bajos comerciales de las hermanas Barreiro fue, como no podría ser de otra forma, de alegría. "Lo hablamos todo por WhatsApp porque ya estábamos confinadas en casa, pero ellos se mostraron contentos. Fernando me lo agradeció mucho", cuenta Alba sobre el arrendador de su local.

Javier Vázquez, al frente de la tienda Míster Bambú, quiso compartir en las redes sociales el detalle de su casera. "Estos gestos por parte de las personas son los pilares sobre los que conseguiremos salir otra vez adelante", explicaba el pontevedrés hace unas semanas. "Para mí, no tener ese gasto este mes supone una ayuda enorme, además, un proveedor de la tienda también me dijo que no me pasaría una factura que tengo pendiente hasta que esto se solucione", cuenta Vázquez sobre la solidaridad que aflora como contraste a la dificultad económica que supone el parón actual. Vázquez es autónomo y también critica que, por el contrario, la Seguridad Social le haya cobrado la cuota de forma puntual.

A Javier le gustaría que gestos como el de su casera o el de su proveedor sirviesen para crear una cadena de solidaridad que ayude a remontar tras la crisis. "Yo este mes tengo la suerte de estar algo desahogado por los detalles de estas personas, así que pensé en ayudar también, hacer una compra en el supermercado para quien lo necesite, por ejemplo, estoy intentando encontrar la forma, llamé a Servizos Sociais al Concello pero deben de estar desbordados porque no me cogieron", explica. "Pero quiero ayudar, solo así superaremos esto", termina.

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