"Xa van seis ou sete denuncias pola morte de cabalos nos últimos anos"

Julio Sayáns promete ayuda a los vecinos para capturar vivos a los animales y evitar la muerte de los mismos

Uno de los caballos que aparecieron muertos. DP
photo_camera Uno de los caballos que aparecieron muertos. DP

Sean o no caballos de la Cabana do Santo, perteneciente a la Rapa das Bestas de Sabucedo, los equinos que aparecen por las zonas de cultivo de las parroquias interiores de Campo Lameiro deben andarse con cuidado para no caer muertos a tiros o a puñaladas por una mano criminal.

Los cuatro caballos muertos entre el sábado y el domingo del pasado fin de semana en San Isidro, a escasos 100 metros de las viviendas, no son la única prueba de ello, según el presidente de la Rapa das Bestas, Henrique Bazal, que reconoció este lunes que su asociación ha tenido que interponer unas siete denuncias similares en la última década, siempre con el denominador común de que el ganado baja del monte en la época de escasez y acaba siendo víctima de la hostilidad en las parroquias de Campo Lameiro.

Bazal, que reconoce que "é unha pena que por un ou dous desaprensivos se teña que pensar que todos os do pobo son uns desalmados", explica que, hasta el momento, "xa van seis denuncias ou sete e as investigacións do Seprona non deron froito nunca, ben porque non apareceron probas, ben porque a xente non quere dicir nada".

El presidente, que este mismo lunes se iba a reunir con la conselleira de Medio Rural para pedir medidas de protección como un cierre perimetral al monte que evite que el ganado se desplace hasta las fincas, explicó que este conflicto, que es ya un clásico y que en algunos años ha generado la muerte de hasta 30 reses, solo se da por la acción de "algún desarraigado" dado que, en su mayoría, los vecinos sí aprecian la vida de los animales y también los festejos de la rapa.

En la misma línea se manifestó el alcalde de Campo Lameiro, Julio Sayáns, que rechazó los hechos por su brutalidad y explicó que "neses pobos a xente tamén está identificada coa rapa, pero non así con outro gando sen marcar, sen nome e cuxos donos non aparecen nunca a facerse cargo dos danos". Tal es la situación que el alcalde se comprometió a colocar un bando de ayuda a los vecinos para que operarios municipales ayuden a capturar a los mostrencos a partir de ahora. "Así poranse en venda ou o que sexa", apuntó, con la clara intención de disuadir a los residentes en las parroquias afectadas de la ya arraigada costumbre de solucionar el problema matando a los animales, "que non teñen a culpa de nada".

El Seprona desveló el lunes que se están investigando los hechos. Los cuatro equinos aparecieron muertos con un orificio de proyectil de entrada, y con las orejas cortadas. La práctica sugiere que se retiraron para evitar que se identifique a los animales, y aunque los caballos normalmente no llevan crotales, sí es posible que algún ganadero los marcase en las orejas.

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