La construcción del embalse de A Baxe no resolvió ninguno de los problemas del río Umia y creó otro: la presencia de la microcistina. Este recordatorio fue realizado este martes por el parlamentario del BNG Luís Bará en un debate celebrado en el Parlamento que comenzó recordando la historias de esta controvertida infraestructura.
El nacionalista sostuvo que no hay garantías de salubridad del agua en los seis puntos de control establecidos y preguntó porqué prohibió la Xunta el baño en varios tramos del río en el entorno de Caldas. "Isto, cando menos, causa alarma, e moita", dijo.
Bará reclamó la elaboración de un estudio epidemiológico para descartar problemas de salud en la población, además de más analíticas y un control riguroso del agua. El BNG y En Marea exigieron la demolición del embalse, para devolver el río a su estado natural, ya que es considera que es la verdadera causa de los problemas. El PSOE no respaldó esta propuesta, adoptando una postura contraria a la que pusieron de relieve los socialistas en los plenos de los concellos de Caldas de Reis y de Cuntis en los que fue abordado este asunto.
El portavoz del Partido Popular, Gonzalo Treno, mantuvo ni en el embalse ni en el Umia hubo nunca toxina. En su intervención dijo que los resultados obtenidos durante los últimos años en el marco de la vigilancia sanitaria indican que por los grifos de los domicilios situados en los concellos que están siendo abastecidos por este río "xamais, xamais saiu unha pinga de auga con toxina ou alga". A renglón seguido, mantuvo que afi rmar los contrario constituye "unha absoluta irresponsabilidade", además de ser "unha mentira".
