La Capital do Moble de A Estrada busca carpinteros a pesar de la crisis

A pesar de la crisis, que abocó al cierre a muchos talleres, la localidad sigue considerándose la cuna del mueble gallego. Las fábricas demandan trabajadores, pero las aulas que los forman están casi vacías.

Alumnos y profesores del Ciclo de Carpintería e Moble de A Estrada en su taller del IES Antón Losada Diéguez. FIGUEIRAS
photo_camera Alumnos y profesores del Ciclo de Carpintería e Moble de A Estrada en su taller del IES Antón Losada Diéguez. FIGUEIRAS

A Estrada es la ‘Capital do Moble de Galicia’, una marca ganada  en los años de pujanza del sector y mantenida, a pesar de que la crisis abocó al cierre a decenas de talleres y fábricas. Mientras, los que quedaron tuvieron que reinventarse para adaptarse a las nuevas directrices del mercado. Paradojas de la vida, ahora, cuando la actividad empieza a recuperarse levemente y los profesionales comienzan a solicitar mano de obra, faltan alumnos en las aulas que abastezcan la demanda.

La situación se hace patente en el Ciclo Medio de Carpintería e Moble que se imparte en el instituto estradense Antón Losada Diéguez, que este año ha cubierto menos de la mitad de las plazas en el primero de sus dos cursos. "É unha pena que teñamos tanta demanda por parte das empresas e haxa tan poucos alumnos, porque creo que isto pode funcionar", explica Juan Fernández, uno de los cinco profesores (tres técnicos de taller y dos de Secundaria) que imparten clase en el centro de la capital de Tabeirós.

En estos momentos, el alumnado del segundo curso "non é suficiente para cubrir a demanda" de las firmas del sector para que acudan a realizar sus prácticas, que en muchas ocasiones acaban derivando en un contrato de trabajo de mayor o menor duración. Las prácticas son "unha experiencia para o estudantado e para as empresas", que acogen a los aprendices durante dos meses y medio. Al centro estradense han llegado peticiones no solo de fábricas y carpinterías locales, sino también de firmas de renombre de localidades como Vilargarcía o Santiago. Las han tenido que rechazar por falta de alumnos.

Sara Pereiras: "Nunca collera una serra na man porque na miña casa son mecánicos e enfermeiros, pero estou convencida de que no moble teño futuro"

El ciclo que se imparte en A Estrada tiene 2.000 horas de duración. Una vez superado, los alumnos adquieren el título de técnico en carpintería y mueble, saliendo  preparados para la fabricación de elementos de carpintería y mueble y para la realización de procesos de mecanizado, montaje, acabado, almacenamiento y expedición de productos. Con 25 años, Sara Pereiras es una de sus alumnas. Se matriculó "por curiosidade". Después de probar en otros sectores como la atención sociosanitaria o la animación gerontológica, descubrió en la madera "un mundo que me gusta e se me da ben", dice.

"Nunca collera unha serra na man, porque na miña casa son mecánicos e enfermeiros", explica. Por la mañana va a clase y por la tarde trabaja de camarera, pero está "cada vez máis convencida de que isto do moble ten un futuro total" y que se hará un hueco para ella en "un sector moi masculinizado, pero que empeza a abrirse ás mulleres", asegura esta joven estradense.

MOTIVADOS. El ciclo no solo se limita a la actividad puramente de docencia, sino que su profesorado trata de incentivar a los alumnos y mostrarles el abanico de posibilidades que se les pueden abrir. Así, el grupo participa en la convocatoria de proyectos a los premios de innovación educativa, en colaboración con otros centros. El proyecto en el que trabaja es una célula orgánica móvil habitable que, a modo de cubo del tamaño de un contenedor, puede servir para diferentes usos, desde una caseta de turismo a un puesto de vigilancia en la playa. La participación en diversas convocatorias a nivel nacional también es otro de sus empeños. De hecho, uno de sus alumnos acaba de recibir el tercer premio en el VI Concurso Nacional de Fotografía para Alumnos de Madera y Mueble que organiza el IES San José de Badajoz.

Carla Hernanz: "Se está perdiendo mano de obra y es complicado encontrar un perfil que pueda encajar y en estos ciclos se adquiere una capacidad bastante buena"

El centro también anima a sus pupilos a formarse en el extranjero, a través del programa  Erasmus. Con una de estas becas hicieron prácticas en Malta Carla Hernanz y Marta Estévez. Ambas han sido alumnas de Juan Fernández en el Ciclo Superior de Deseño e Amoblamento impartido en el Valentín Paz Andrade de Vigo, y han acabado trabajando en A Estrada. Martínez Otero Contract, una de las empresas más importantes de Galicia y con presencia internacional, las ha contratado para los departamentos de Compras y Presupuestos, respectivamente. "Se está pidiendo mano de obra y es complicado encontrar un perfil que pueda encajar y en estos ciclos se adquiere una capacidad bastante buena", señala Hernanz, quien recalca que la práctica que se adquiere en ellos permite al futuro trabajador tener un conocimiento genérico de todo el proceso, algo que valoran mucho las empresas.

LOS EMPLEADORES. El presidente de la Asociación de Fabricantes e Comerciantes de Mobles de A Estrada, Gonzalo Figueiras, corrobora que cada vez se pide más mano de obra. "Hai unha gran demanda de traballadores, e non só na Estrada, senón tamén a nivel de Galicia", pero reconoce que "algo non funciona" cuando esta oferta laboral no logra cubrirse.

En este sentido, pide "unha reflexión" a la comunidad educativa para conocer "por que non se ve esa iniciativa" por parte del alumnado para matricularse, "por que non ven unha saída" laboral en el mueble, que se rige por un convenio "que non digo que estea ben pagado, porque sempre se pode cobrar máis, pero que non é dos máis malos", asegura.

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