El campo en 4.400 metros

La Fundación do Campo Galego acaba de abrir un área expositiva que pretende ser un "espacio de ocio cultural-formativo", en palabras de su presidente, Ángel Jove

Una de las estancias del Museo do Campo e a Mecanización. PATRICIA FIGUEIRAS
photo_camera Una de las estancias del Museo do Campo e a Mecanización. PATRICIA FIGUEIRAS

De los tiempos primitivos a la actualidad. El Museo do Campo e a Mecanización, que abrió sus puertas hace justo una semana en el recinto ferial de Silleda, invita a recorrer la historia de la humanidad y su lucha por la subsistencia a través de algo tan básico y natural como la agricultura y la ganadería. Es el primer espacio en Galicia de estas características dedicado en exclusiva a este sector.

La muestra se extiende a lo largo de más de 4.400 metros cuadrados y puede verse de martes a sábado de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas. El museo permanece cerrado los lunes, y los domingos abre, previa reserva. La entrada cuesta seis euros. Hay una tarifa reducida de cuatro euros para niños y niñas de entre ocho y doce años, adultos con más de 65, familias numerosas y grupos de más de 25 personas. Los amigos del museo, los miembros de la Asociación Galega de Amigos da Maquinaria Agrícola Clásica (Agamac) y los estudiantes pagan dos euros, mientras que los menores de ocho años y los mayores de 85, entrarán gratis.

Un guía acompaña en el recorrido. El descubrimiento del fuego y las herramientas más primitivas para la caza y el cultivo son la primera carta de presentación del museo. En la estancia de la entrada, el visitante puede ver la evolución de los primeros utensilios y el inicio de la actividad comercial, desde el trueque hasta los primeros diseños de monedas.

La siguiente es la sala de lácteos. "Cando o home era nómada, sempre se movía acompañado de animais. Empezou a sacar o leite aproveitando o sobrante das crías e almacenábao para facer iogures, manteiga e outros derivados. Aquí temos unha exposición dos útiles para estas labores; os que demos conseguido", explica el director del museo, el ganadero silledense Manuel Iglesias. En la misma planta, hay dispuestas salas para celebrar reuniones, conferencias o talleres, así como para albergar exposiciones temporales de empresas. Ahora, estas últimas las ocupan la firma trasdezana Nudesa y Embutidos Lalinenses.

Woman hanging decorative eletric light with pumpkins. Halloween themeCULTURA VITIVINÍCOLA. En la planta baja se encuentra la sala del vino, un sector "que tivo e ten moita trascendencia en Galicia", apunta Iglesias. En este espacio se pueden ver alambiques y otros instrumentos propios de la vendimia y de la conservación de esta bebida, si bien la muestra está aún por completar. La idea es hacer una mención expresa a las denominaciones de origen.

A la derecha, está la sala de los carros, con modelos propios de las distintas zonas de la Comunidad Autónoma, "para que as novas xeracións coñezan a utilidade" de este apero. Cargados pon piedra, con madera, con leña o con cereal, visualizan los distintos usos. Su construcción también queda reseñada con un vídeo elaborado por un vecino de Sarria que explica paso a paso el sistema de fabricación. El ejemplar resultante de ese tutorial está también físicamente incluido en la muestra.

Siguiendo la progresión de la primera sala, en la que se muestran cómo fueron evolucionando los aperos para la siembra, el visitante se encuentra a continuación con un espacio dedicado al cereal y al forraje, pudiendo hacer un repaso por los distintos tipos de malla, desde la manual hasta la mecanizada. Un molino de piedra como los que antiguamente funcionaban a pie de río, la artesa o el horno para cocer el pan ejemplifican la culminación del proceso productivo. En una vitrina, se expone también un banco de semillas.

La sala Barreiros
Un tractor, en el Museo do Campo e a Mecanización. P. FIGUEIRAS
El recorrido por el museo finaliza en la sala dedicada a Barreiros, que alberga 16 tractores, uno de cada modelo que comercializó la marca, entre los años 1959 y 1979.

"En tódalas salas hai pezas que case se poderían considerar únicas, que non foron fáciles de conseguir", concluye su director.

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