La escultura de Bernardo Sagasta, un proyecto inacabado

El molde del político liberal fue hallado en unas instalaciones del Concello de Caldas

Molde del político que se encuentra en la Casa Consistorial. CEDIDA - Bernardo SagastaA comienzos del verano pasado me acerqué hasta el Concello de Caldas de Reis con objeto de hacer una consulta en el departamento de Urbanismo. Mientras esperaba a que me atendieran observé, encima de un armario, un molde de yeso o escayola en el que se representaba a un varón de unos 50 años, con prominente calvicie que le propiciaba una amplia frente, grueso bigote y barba, complementada su vestimenta con una pajarita.

Enseguida me di cuenta de quién se trataba, un político que alcanzó gran notoriedad entre los caldenses de finales del siglo XIX y primeros decenios del pasado siglo XX, Bernardo M. Sagasta Echeverría. Lo identifiqué gracias a unas fotografías que había encontrado, hacía un tiempo, formando parte de un reportaje publicado en 1919 en la revista Vida Gallega.

Antes de hacer mi consulta le pregunté al funcionario qué tal se trabajaba bajo la protección o el amparo de una persona tan singular. Me explicó que no sabían con seguridad de quién se trataba y que era un molde que había aparecido en la limpieza de unos locales del Consistorio, años atrás, existiendo opiniones diversas sobre la identidad del individuo en cuestión.

Bernardo M. Sagasta Echeverría fue hijo de Pedro M. Sagasta Escolar y de Juana Echeverría Brouissant, y sobrino del que fue jefe del Partido Liberal español y presidente del Gobierno Práxedes Mateo Sagasta en el período de la Restauración. Fue diputado del distrito de Caldas de Reis en las Cortes entre los años 1893 y 1923.

"En Caldas todos le quieren, todos les respetan por sus virtudes, por la sincera amistad que al pueblo profesan, y si las rivalidades pueden producir ciertos antagonismos entre los que a la política consagran sus energías y talentos, todo desaparece cuando se trata de rendir un tributo de respetuosa consideración a los defensores de D. Pedro y de D. Bernardo", decía un periódico de la época.

El periodista Raimundo García Domínguez, Borobó, contaba que la rivalidad política entre los partidos liberal y republicano, en Caldas, se circunscribía a la esfera municipal, pues en las elecciones generales ambos apoyaban siempre a Bernardo Mateo Sagasta. Tal era el merecido prestigio y tales los servicios y favores prestados a los municipios que formaban su distrito electoral por aquel insólito diputado foráneo que nadie osaba disputárselo en el reparto de la representación parlamentaria de Galicia.

CACIQUES. "Don Bernardo -continúa Borobó- estaba atento a cuanto interesaba a sus electores, constantemente informado por los caciques municipales y los monteriñas aldeanos sin que tuviese necesidad, para mantener el poder de desplazarse con cierta frecuencia al territorio de su mandato".

Cuando visitaba su distrito electoral "era recibido como si fuera un auténtico infante de la Casa Real que iba a presentarle la ofrenda al Apóstol", añade. Un agüista comentó el 22 de agosto del año 1897 en el Diario de Pontevedra que era "simpático y activo".

Pero también fue objeto de fuertes críticas en el semanario La Democracia, de Caldas, principalmente derivadas de tener como representantes suyos en el distrito a los componentes de la familia Salgado, con la que el periódico republicano, encabezado por Adolfo Mosquera Castro, mantenía una rivalidad política encarnizada.

Debido al aprecio que se les tenía, se abrió una suscripción popular para erigir una estatua o busto a Bernardo Sagasta, informaba la Gaceta de Galicia el 16 de junio de 1903, pero no se le dedicó en Caldas la estatua o busto que se pretendía con la suscripción popular.

El Ayuntamiento había llegado, incluso, a pensionar a un artista de Vilagarcía, Ramón Martínez Lamadrid, para ir a Madrid, lugar de residencia habitual del diputado, a modelar su busto, pero no sabemos por qué, la iniciativa de homenajear al político liberal con una escultura se frustró. No obstante, vista la existencia del molde que hemos descrito, parece que el escultor ultimó su trabajo, sin que conozcamos la razón por la cual no se remató en el taller de fundición correspondiente.

HOMENAJE. El 20 de agosto de 1916, Bernardo Sagasta recibió el homenaje. Con gran solemnidad tuvo lugar el acto de descubrir la lápida en la fachada del Concello, con el busto del diputado en su parte superior y con la siguiente inscripción en la parte inferior: "El distrito de Caldas de Reyes a su diputado Excmo. Sr. D. Bernardo Sagasta. Siendo alcalde D. Modesto Martínez-Año 1916".

La lápida nada tiene que ver con la obra del escultor mencionado, sino que es un trabajo del laureado escultor santiagués López Pedre, siendo fundida en Bilbao.

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