Cae la novena banda de ladrones de Europa del Este en 2022

Dos varones de nacionalidad albanesa y una mujer rumana estarían detrás de la oleada de robos que afectó a Ponte Caldelas o Cerdedo-Cotobade ►La Guardia Civil busca a los dueños de las numerosas joyas recuperadas ►El botín estaba en un zulo próximo a Vigo
Un coche de la Guardia Civil. AEP
photo_camera Un coche de la Guardia Civil. AEP

Lo que en su momento fue una anécdota ahora se ha convertido en parte del paisaje. Las bandas de ladrones que, con carácter itinerante, se dedican al asalto de viviendas habitadas en busca de oro, joyas y dinero en efectivo se dejaron ver periódicamente por la provincia de Pontevedra en los últimos años. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desmantelaban una o dos de estas células criminales cada cierto tiempo. Sin embargo, por motivos aún no del todo claros, cada vez son más los grupos delictivos procedentes de Europa del Este que apuestan por Galicia en general y por Pontevedra en particular para actuar. La Guardia Civil de A Coruña informaba este jueves de la novena intervención de esta clase en lo que llevamos de 2022, que incluyó el arresto de tres personas, dos albanesas y una rumana, y la recuperación de una ingente cantidad de joyas que fueron sustraídas en viviendas, muchas de ellas en Ponte Caldelas o Cerdedo-Cotobade.

La única motivación por parte de estas redes criminales es la económica, pero los factores que influyen para que apuesten por España en general y Pontevedra en particular para operar son varios. En primer lugar, el escaso reproche penal que reciben aún cuando son detenidos. Suelen actuar cuando los moradores no están en casa, sin violencia, con cierta limpieza. Conocen bien el Código Penal. En muchas ocasiones resuelven sus cuentas con la Justicia con una expulsión del país que sustituye a la pena de cárcel. Junto a ello, ponen el foco en el territorio del Sur de Galicia por su dispersión poblacional. Ladrones profesionales, seleccionan previamente sus objetivos en busca de casas que, por su apariencia, puedan contener el botín que les interesa y que, al mismo tiempo, se hallen, en cierta medida, aisladas de los principales núcleos. Es cierto que algunas de estas redes han operado en Vilagarcía, Vigo y Pontevedra capital, pero principalmente, como en este último caso, apuestan por domicilios del rural, con menos testigos que puedan delatarles.

Operación espinha

El operativo más reciente viene a dar respuesta a la alarma social generada en las últimas semanas en lugares como Ponte Caldelas o Cerdedo-Cotobade, o incluso alguna vivienda ya dentro del término municipal de Pontevedra. Fue la Guardia Civil de A Coruña la que esclareció lo que estaba sucediendo en el marco de la operación Espinha, con la detención de dos hombres de nacionalidad albanesa y una mujer de origen rumano y con pasaporte italiano acusados de cometer "varios delitos" –el número concreto se desconoce– en distintos puntos de la provincia coruñesa y en Pontevedra, tanto en la zona Norte (la comarca de la capital) como en el Sur, en la zona de Vigo.

La Guardia Civil explica que los investigados llegaron a Galicia para hacer una campaña de dos semanas en la que pretendían asaltar el máximo número de viviendas posible y llevarse un gran botín de joyas y oro, que componen su único objetivo, rehusando otros objetos de mayor tamaño por sus dificultades para su transporte y salida en los canales ilícitos. Como resultado de las investigaciones, el Instituto Armado ha podido devolverle sus joyas a un vecino de Ponte Caldelas y a otro de Vigo. Ahora busca a los dueños de un gran botín que fue localizado en un zulo de una zona boscosa de Cabral, en el extrarradio de Vigo. En ese lugar, los investigados no solo almacenaban provisionalmente los objetos robados, sino que también ocultaban las herramientas que empleaban para forzar los accesos a las viviendas que previamente habían seleccionado para su asalto. Esas joyas procedían de sus actividades ilícitas de los últimos tres días, lo que da cuenta de la frenética actividad delictiva del grupo que resultó desmantelado.

Cooperación entre efectivos policiales

Para dar con esta última célula criminal, los agentes identificaron un vehículo en la comarca pontevedresa que posteriormente sería detectado en Vigo, punto elegido por los ladrones como base para esta oleada.

Al día siguiente, los individuos llevaron a cabo dos asaltos. Tras uno de ellos, la alarma de una de las viviendas se activó, y la veloz llegada de la Policía Nacional permitió la detención de uno de los sospechosos, que se hallaba dentro del coche en actitud de espera.

En paralelo, la Guardia Civil localizó el mencionado zulo, por lo que el trabajo conjunto de ambos cuerpos sirvió para poner fin a sus fechorías de forma muy provisional. Ello es así porque, como sucede en muchas ocasiones, el Juzgado decretó la puesta en libertad de los tres sospechosos, otra muestra de que estas bandas itinerantes juegan con la legislación española para perseverar en unos hechos que causan una gran alarma social en Pontevedra. Delinquen, reinciden y, cuando salen de los calabozos, retoman sus actividades ilícitas, normalmente en otras latitudes.

Buscan a los propietarios de todas las joyas recuperadas

Dos de las joyas recuperadas. GUARDIA CIVIL
Dos de las joyas recuperadas. GUARDIA CIVIL

Los ladrones en viviendas que componen las bandas itinerantes de Europa del Este buscan las joyas y el oro como botín preferente. El Instituto Armado de A Coruña mostró todas las que han podido ser recuperadas para que sus propietarios puedan identificarlas y recuperarlas. Muchas de ellas tienen leyendas que identifican a sus dueños. Estas organizaciones no suelen acumular el botín durante mucho tiempo, pero sí algunos días. El hallazgo del zulo en el que las ocultaban permitió su recuperación antes de que las pusiesen a buen recaudo en los canales clandestinos.

La Guardia Civil ha habilitado una web para que los afectados puedan recuperar las joyas.

Los grupos desarticulados a lo largo del año operan de forma metódica y muy especializada

El año 2022 ha supuesto un punto de inflexión en cuanto a la presencia de bandas de ladrones itinerantes procedentes de Europa del Este en la provincia de Pontevedra. Ya sea porque su actividad haya aumentado, algo que parece más que probable, ya sea por una mayor eficacia policial –un hecho acreditado–, lo cierto es que los ladrones en viviendas caen este año con más frecuencia que nunca.

Sur de la provincia

Las primeras redes criminales de esta clase desmanteladas en 2022 estaban compuestas por personas de origen albanokosovar afincadas en el Sur de la provincia de Pontevedra que, además apostaban por saltar a uno y otro lado de la raia para cometer sus fechorías. La Guardia Civil desmanteló una célula de este tipo a principios del mes de marzo.

Con los Mossos

Durante ese mismo mes de marzo, un operativo de los Mossos d'Esquadra de la Generalitat de Cataluña sirvió para acreditar la presencia de una segunda red delictiva de origen albanés y que operaba con carácter itinerante en el área metropolitana de Barcelona y en las provincias de A Coruña y de Pontevedra. En aquel momento le fueron incautadas joyas y dinero en efectivo.

Pontevedra

En ese mismo mes de marzo de 2022, de intensa actividad criminal por parte de estas redes, la Policía desmanteló en Pontevedra una célula de origen georgiano que se dedicaba a asaltar pisos mediante el sistema del bumping, haciendo saltar las cerraduras mediante herramientas muy precisas. Ladrones procedentes de ese país de la antigua Unión Soviética ya habían sido detectados en la Boa Vila en años anteriores.

Ladrones croatas

Siguiendo en el término municipal de Pontevedra y en los meses de marzo, junio y julio, las autoridades dieron buena cuenta de tres redes de ladrones procedentes de Croacia. Todas ellas empleaban el método del resbalón o, en su caso, la fractura de las cerraduras, y en dos de las ocasiones estaban integradas por mujeres. Como característica, una muy común a estas personas originarias de los países de la antigua Yugoslavia: muchas de ellas disponen de nacionalidad italiana.

En Vilagarcía

Entre de la caída de una nueva célula croata que operaba en Pontevedra y Gijón (en agosto) y antes del entramado desmantelado esta semana, la Guardia Civil detuvo a otras tres personas en el entorno de Santiago de Compostela. Desde su piso franco en Ames, cometieron varios asaltos de forma itinerante, actuando en Vilagarcía de Arousa.

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