Feliz, por haber recuperado su libro, pero con el sentimiento agridulce de no ser entendida después de que se conociese la noticia de que la Guardia Civil detuvo a la mujer que le pedía mil euros por él. Así se encuentra la escritora y experta en mindfulness Lucía Lourido, tras el cierre inesperado del capítulo del robo de su ordenador, hace poco más de una semana en la playa poiense de Lourido. "A xente repróchame que non entregara os mil euros, pero non había arrepentemento, senón extorsión", resume.
La escritora explicó que pocos días después de conocerse la historia de que ofrecía una recompensa de mil euros por recuperar el ordenador en el que tenía el único archivo casi acabado de su próximo libro, se estableció un primer contacto con la persona que decía tenerlo.
"Falamos por primeira vez o sábado. Díxome que tiña unha carpeta co nome do arquivo, por iso me din conta de que ía en serio. Primeiro contactoume por redes sociais e despois xa conversamos por WhatsApp", indica la consultora, de 33 años, que pronto decidió que tendría que poner el asunto en manos de la Guardia Civil.
"Cando lle preguntei polo resto das carpetas, nas que gardaba cursos e outro material, díxome que non as tiña. Cando lle pedín o ordenador, díxome que o borraran e que estaba fóra de España. En fin, que quería só os mil euros polo pendrive co arquivo do libro e ameazaba con borralo se non llos daba".
La experta en mindfulness consultó con la Guardia Civil y asesorada por la Benemérita optó por mantener la denuncia que había presentado pocas horas después de que le robasen el ordenador y un bolso con dos móbiles y otros enseres. "Esta persoa non daba mostras de arrepentimento, non quería devolver o sustraído, e sobre todo, deume a impresión de que despois do libro me ía vir con outro arquivo, ou co ordenador a chantexearme". Lourido insiste en que en el momento en que ofreció los mil euros "estaba convencida de darllos a quen me entregara ou o ordenador íntegro, ou os arquivos de traballo, pero non así. Non son parva!", relata.
La Guardia Civil le explicó que estaba siendo, posiblemente, víctima de un delito de extorsión y le ayudó a concertar una cita con la persona que decía tener el pendrive, que fue detenida instantes después de acercarse a la escritora en el lugar indicado.
Al final, aunque no fue del modo que se había imaginado, el libro está a buen recaudo. En cuanto al resto del material, "de momento, non se recuperou, aínda que me dixeron que seguían as investigacións", por lo que no pierde la esperanza de recuperarlo.