El marisqueo a pie no ha ido a faenar este viernes para sumarse a las protestas contra el reglamento de control europeo en el mar. El sector decidió sumarse al paro convocado por la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, que se tradujo en una protesta en tierra. Una de ellas tuvo lugar en la mañana de este viernes en el muelle de Campelo, en Poio.
La convocatoria supuso en la práctica que las mariscadoras no bajaran a los arenales durante la jornada, cambiando este día laboral por otro con el que no contaban, el del próximo lunes, para no perder un día de trabajo.
Esta protesta se produce en pleno auge de los precios de la almeja. La variedad japónica ha llegado a alcanzar los 17,40 euros en lonja. Estos valores coinciden con la desescalada de la hostelería.
El reglamento europeo que critica el sector tendrá incidencia en la pesca artesanal. Obligará a los barcos de entre 10 y 15 metros a llevar un registro electrónico de sus capturas y no en papel, como hasta ahora. Además, los buques de doce metros deberán llevar cámaras.
