El repunte de las temperaturas en la primera semana de septiembre ha provocado un inicio de mes marcado por lo incendios. En las últimas horas del lunes el municipio de Poio, dentro de la comarca de Pontevedra, y el de Marín, en la de O Morrazo, se destacaron por padecer sendos fuegos que se declararon casi al filo de la madrugada.
En el caso de Poio, la rápida intervención de los medios, entre ellos los efectivos de Protección Civil y de Medio Rural, consiguieron reducir a su mínima expresión (0,059 hectáreas) un fuego declarado a las 23.29 horas en San Salvador. El incendio se situaba en una zona con arbolado y monte raso no muy distante del cementerio, la gasolinera y de la franja habitada de la parroquia.
Más complicada fue la extinción de las llamas en Santo Tomé de Piñeiro, en Marín. En este fuego se registró el primer aviso a las 23.05 horas, y al punto se desplazaron cuatro agentes, diez brigadas y nueve motobombas, además de medios municipales de Protección Civil. Costó siete horas declarar totalmente extinguido el fuego, que calcinó 2,9 hectáreas de monte arbolado.
El presidente de la Comunidade de Montes marinense, Daniel Rosales, explicó que gran parte de los terrenos afectados eran parcelas particulares, mientras que solo un espacio de unos 6.000 metros era de monte comunal "e na súa maioría era monte raso que se aproveitaba para pasto e esquilmes", apuntó Rosales. El fuego, que se declaró en una zona alejada de las casas, "parece que foi intencionado, porque tiña dous focos moi próximos a unha pista interior", lamentó.
ARTEFACTOS. La rápida intervención ante los incendios, sin embargo, sigue siendo solo la punta del iceberg de una actividad de control que se centra también en la prevención y en la investigación para poner cerco a los fuegos provocados.
La actividad de pirómanos e incendiarios tiene en las brigadas de investigación de incendios forestales dependientes de Medio Rural (BIIF) y en la propia colaboración ciudadana uno de sus principales pilares. Así lo demuestra, por ejemplo, el hallazgo de los agentes de la naturaleza del Distrito XIX realizado durante los últimos días de agosto en un monte de la comarca pontevedresa y publicado en las redes sociales recientemente.
Los agentes agradecen la colaboración ciudadana que permitió retirar y poner a disposición de la Guardia Civil para su investigación un artefacto presuntamente incendiario ubicado en un punto en el que podría haber supuesto la declaración de un fuego difícil de atajar. La imagen publicada permite apreciar cómo el supuesto artefacto no completó su combustión ni llegó a prender en el sustrato del monte en donde fue arrojado.
La misma publicación, que por lo demás no ofrece más información para no comprometer las labores propias de estas investigaciones, destaca la importancia de que los agentes de la naturaleza estén trabajando sobre el terreno las 24 horas del días y los 365 días del año, en referencia a la parte menos visible de la labor de estos profesionales en los meses no declarados de alto riesgo de incendios.
