Aunque el día estaba soleado, el domingo fue gris en Vilaboa. El color negro volvió a invadir el municipio en señal de luto por Antonio del Río y Luis Ríos, los jubilados fallecidos el pasado viernes a causa de un atropello múltiple que tuvo lugar en la terraza del bar O Chancho, en Santa Cristina de Cobres. Acompañados por cientos de asistentes, ambos vecinos fueron sepultados en el cementerio de la parroquia, a escasos 400 metros del establecimiento en el que sucedió el trágico accidente.
La llegada de los dos coches fúnebres estaba prevista para las 17.30 horas, pero a las cinco en punto las inmediaciones del camposanto ya se encontraban atestadas de vehículos aparcados en cada esquina, mientras que los accesos al mismo estaban colapsados debido a la enorme cantidad de personas que se congregaron para despedir a del Río y Ríos, gesto que evidencia la enorme conmoción provocada por lo sucedido.
Los dos vecinos eran muy reconocidos en la localidad. Antonio, de 67 años, se había jubilado hace aproximadamente un año tras haber regentado una empresa de transportes, mientras que Luis, de 79 años, había compaginado su oficio como marinero con el de albañil. Entre los asistentes, además de familiares y allegados de los fallecidos, se encontraban el alcalde del municipio, César Poza, y otros miembros de la Corporación municipal.
Los restos mortales de los dos jubilados llegaron al lugar con minutos de diferencia. Un silencio sepulcral invadió el exterior del cementerio hasta que el párroco procedió a la lectura del responso, solamente interrumpida por los lamentos de dolor y tristeza de los asistentes.
Los féretros fueron retirados de los coches y, seguidos de una enorme marabunta de gente que lloraba la triste pérdida, fueron desplazados hasta el interior del camposanto. Este se encontraba lleno de toda una marea de flores en señal del profundo aprecio y respeto a los difuntos.
El funeral, que será conjunto, se celebrará esta tarde, a las 16.00 horas, en la iglesia parroquial de Santa Cristina de Cobres..
Trágico suceso
El fatal suceso que se cobró la vida de Antonio y Luis tuvo lugar cuando estos se encontraban con otros dos hombres en la terraza de O Chancho, local al que eran asiduos, jugando al dominó. De un momento a otros fueron arrollados por un coche y, según las principales hipótesis, el conductor perdió el control del vehículo al tratar de aparcarlo. Al parecer, el hombre, que dio negativo en el test de alcohol y drogas, se confundió al meter la marcha atrás, tratándose así de un error humano.
Tres de los cuatro heridos tuvieron que ser traslados a los hospitales Álvaro Cunqueiro y Montecelo. Uno de ellos, en estado leve, recibió el alta horas después, pero los otros dos, Antonio y Luis, fallecieron a causa de las heridas provocadas.
El Concello de Vilaboa ha decretado tres días de luto oficial, decisión que recibió el apoyo unánime de todos los miembros de la Corporación y que se dio a conocer el pasado sábado. Las banderas de la Casa Consistorial ondearon a media asta desde ese momento, y así continuarán hasta este martes.