Reclama 3.200 euros a Fenosa por la muerte de dos vacas en menos de un mes en Viascón

Roberto Louzán perdió una res por la descarga de un rayo sobre el tendido y otra, al accidentarse con un árbol talado

La primera res muerta tras recibir una descarga eléctrica y la que tropezó tras la tala. DP
photo_camera La primera res muerta tras recibir una descarga eléctrica y la que tropezó tras la tala. DP

El ganadero de Viascón Roberto Louzán presentará una reclamación a la empresa responsable del tendido eléctrico en su parroquia, Unión Fenosa, después de que dos vacas de su cabaña ecológica muriesen en accidentes en los que la empresa energética tiene la última responsabilidad, a su juicio.

Roberto Louzán, que cuenta con fotos e informes de peritos para realizar esta reclamación, explica que la primera de las vacas apareció muerta en la zona en donde normalmente pastan el pasado día 16 de marzo, después de una gran tormenta eléctrica. El ganadero se dio cuenta de que el animal estaba cerca de los árboles que hay en la zona y también de los postes de media tensión que discurren por este monte. De hecho, cuenta con un informe pericial en el que se certifica que la vaca murió por una descarga eléctrica, y esta se debió producir sobre la línea de alta tensión que, a su vez, no estaba debidamente limpia, dado que muchos árboles tocaban con sus copas la zona del cableado.

Poco después la empresa que hace los trabajos de limpieza para Fenosa acudió al punto y taló, precisamente, todos esos robles, probablemente con la intención de evitar nuevas descargas en su línea conductora. Los trabajos se iniciaron el día 18, según los datos aportados por el ganadero damnificado, que cría ganado con el sello de ternera ecológica en extensivo.

El problema fue que, una vez que talaron los árboles, los operarios no los recogieron o apartaron, sino que estos quedaron extendidos por todo el monte, de modo que, unos días después, otra res de la misma cabaña –que tiene que pasar todos los días por esa zona para pastar– se quedó atrapada en el ramaje de uno de estos árboles, cayendo y rompiendo una pata trasera. El animal murió sin que se pudiese hacer nada por salvarlo.

Otra de las vacas de Roberto Louzán tropezó con las mismas ramas, aunque, en este caso, no resultó lesionada.

Las vacas son de raza autóctona freiresa, cada una está valorada en 1.600 euros y estaban preñadas de siete meses.

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