"Al ser un alojamiento de uso turístico, ha sido relativamente sencillo reabrir La Puntada"

"Al ser un alojamiento turístico, ha sido relativamente sencillo reabrir La Puntada, en comparación con lo que sucede a otros establecimientos del sector. Se abrieron reservas la semana pasada y ya tuvimos grupos en los dos días del fin de semana".

La gerente de la finca A Puntada, situada en Poio, explicó este lunes los motivos por los que este formato hostelero, –el de vivienda de uso turístico–, parece encaminado a ser el primero en dar pasos significativos para dejar atrás el parón de la crisis sanitaria.

"El ser una finca única que se gestiona a través del alquiler por parte de grupos nos permite actuar con cierta libertad y sin haber necesitado afrontar grandes reformas para volver a estar a disposición del público en las mejores condiciones", explica.

La parcela, situada en un enclave privilegiado de Pontevedra simplemente cuenta con aforo reducido a diez personas, puesto que estos son los grupos máximos que se permiten en la fase 1 de la desescalada y con nuevas medidas de desinfección.

El espacio, que es sometido a una completa limpieza con desinfectante cada vez que los usuarios abandonan la finca al acabar su estancia, está dotado con dispensadores de hidrogel y cuenta con las dimensiones necesarias para desarrollar las reuniones y eventos cumpliendo con las recomendaciones de Sanidad.

En lo que respecta al primer fin de semana de funcionamiento tras el parón motivado por el estado de alarma, en las dos jornadas se han producido reuniones en las que los grupos querían reencontrarse y disfrutar de una comida al aire libre. El buen tiempo ayudó a que las condiciones se cumpliesen a la perfección y los grupos lograsen su objetivo.

ENCARGOS Y HORARIOS. "La finca dispone de una cocina, pero, de momento, los usuarios prefieren llevar sus propios encargos ya preparados. También es un espacio para eventos que se puede usar hasta la noche, pero con las condiciones actuales de la crisis sanitaria estamos viendo que hay mucho respeto por los horarios y antes de las 23.00 abandonan las instalaciones", expone la gerente.

Los establecimientos encaminados a acoger reuniones y eventos observan con prudencia las distintas ampliaciones de libertades en el proceso de desescalada. "Es una finca que se usa para reuniones de ceremonias, como bautizos y comuniones y estamos viendo que, aunque se pueda, de momento es complicado su alquiler para los mismos, porque todavía no se han levantado las restricciones a estas ceremonias", explica.

En el momento en que las comuniones, bautizos y fiestas familiares con mayor número de participantes pueda estar permitido, los responsables del establecimiento confían en que la instalación pueda volver a estar a pleno rendimiento. No en vano, han sido varias las consultas que se han recibido, desde el inicio de la fase 1, interesándose por poder desarrollar estas celebraciones.