La operación Balmis, iniciada por el Ejército para apoyar en todas las tareas derivadas del estado de alarma en el territorio nacional, tuvo el lunes una parada en Poio, en donde Efectivos de la unidad NBQ de la Brilat procedieron a desinfectar la residencia de la tercera edad Ballesol, de este municipio.
La limpieza se realizó de modo preventivo ya que no hay positivos entre la plantilla o los residentes, y forma parte de la batería de medidas que implementó el Concello de Poio, que cursó esta solicitud a la Subdelegación del Gobierno para tratar de reforzar así todo el contingente de limpieza en espacios públicos.
Los miembros de la NBQ, una unidad especializada en acciones nucleares, bacteriológicas y químicas, llegaron al caer la tarde y procedieron a una completa actuación en las inmediaciones del centro y en el interior del mismo.
La medida es similar a las practicadas en otros puntos sensibles a demanda de las instituciones locales y supone un refuerzo en las tareas de control sobre las condiciones que rodean a los centros que albergan a los ancianos, el colectivo más vulnerable frente al Covid-19.
Otros concellos de la provincia han implementado limpiezas similares, en ocasiones con sus propios medios, como el caso de Caldas de Reis, en cuya residencia de mayores están pendientes de la situación tras el reciente positivo de una residente. El Concello caldense también solicitó a la Subdelegación del Gobierno que la Brilat se encargue de la desinfección del Asilo y su alcalde, Juan Manuel Rey, indicó, –a última hora de la tarde del martes– que este miércoles espera conocer la fecha en la que realizará esta tarea. La evolución de la persona afectada, vecina de Vilagarcía, es positiva, agregó el regidor.
En la misma línea, la Xunta anunció este martes que los efectivos del servicio de la lucha contra incendios participarán en los operativos de limpieza de los puntos sensibles de los concellos gallegos.
Uno de los lugares en donde actuaron precisamente en la primera jornada fue en los exteriores del Centro de Atención a Personas con Discapacidad (CAPD) de Redondela, en el marco de las actuaciones activado a nivel gallego en las residencias de mayores, personas con discapacidad y centros de salud.
En el CAPD de Redondela se siguieron los protocolos establecidos, después de la detección de un positivo de Covid-19 en una de las personas residentes. Se activaron todas las medidas de respuesta contra el virus y se realizaron las pruebas necesarias en los casos que indican los profesionales de Medicina Preventiva.
El centro cuenta con equipos de protección individual (EPIs), una dotación que se reforzó este martes con el envío de batas y máscaras. En el CAPD, que cuenta con 120 plazas, se encuentran aislados en estos momentos por precaución seis residentes, además de la persona que dio positivo.
GUANTES. Ya en el ámbito de Pontevedra, el delegado de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, participó este martes en las tareas de distribución de guantes y material desinfectante a distintos municipios.
Se trata de material de protección para atender al personal que sigue desarrollando funciones en los distintos servicios municipales. Concretamente, se repartieron 3.122 mascarillas y 17.689 guantes a 33 municipios.
Además, desde la Delegación se organizó la actuación del Servicio de Defensa Contra Incendios para llevar a cabo la desinfección de los exteriores de las residencias de mayores y discapacitados y de los centros de salud. Estos equipos de limpieza actuaron este martes en la residencias en Covelo, Crecente y Forcarei.
En este concello, la alcaldesa acaba de solicitar a Sanidade que se reponga la plaza de Pediatría que comparten con Cerdedo-Cotobade, ante la baja de la titular. La regidora quiere evitar largos trayectos a zonas "de maior risco" a los menores que necesiten consultas.
Por su parte, en Vilagarcía, el Servizo Municipal de Emerxencias colabora con el 061 en el montaje de una estación de descontaminación del personal de ambulancias en el Hospital do Salnés, que cuenta con una zona de desinfección. Allí, con los EPS pasarán a primera fase por la ducha para dirigirse a una zona donde dejaran los trajes y el material en contenedores de residuos biocontaminantes. Por último, pasarán a la zona de lavado y desinfección de manos.
Por último, en Vilanova, el Centro de Desenvolvemento Local se convirtió en un taller de elaboración de viseras de protección, tarea en la que están siendo utilizadas sus ocho impresoras. Su capacidad de producción oscila entre 16 y 20 unidades diarias.
