Paula Fandiño: "Debe haber una adaptación en verano para que la hostelería pueda abrir"

Mar de Frades, que comercializaba el 75% de las botellas en la restauración, trabaja para alargar la vida útil de los vinos almacenados
Paula Fandiño. ARCHIVO
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La bodega Mar de Frades es una de las que han replanteado su estrategia a causa del coronavirus. "Como marca premium" que es, estaba comercializando el 75% de la producción en el canal Horeca, lo que significa unos cuantos cientos de miles de litros. La marca adquiere cada año cerca de 1,3 millones de kilos de uva con los que elabora unas 800.000 botellas

Su gerente, la enóloga Paula Fandiño, explica que el cierre de la hostelería ha significado "una parada importante" para los vinos de la bodega, "muy presentes en la hostelería". Por ello ha dado salida a una nueva táctica, que consiste en "reforzar las ventas y el consumo en el hogar" mediante campañas de promoción en redes sociales y la comunicación directa con el consumidor.

"Si antes nuestro trabajo era con el prescriptor, el hostelero o el sumiller, ahora las redes sociales nos permiten otras acciones, como catas online, y tener un trato directo con el cliente final, que es el que nos tiene que buscar para que le sirvamos el vino en casa. Hay que saber reinventarse y en nuestro caso es algo que nos está funcionando". 

"Si antes nuestro trabajo era con el prescriptor, el hostelero o el sumiller, ahora las redes sociales nos permiten otras acciones y tener un trato directo con el cliente final", apunta Fandiño

La bodega carece de datos exactos debido a las oscilaciones que está experimentando el mercado, pero ha podido ver que las ventas han crecido en el sector de la alimentación cerca de un 15%. Por el contrario, en la hostelería "el bajón ha sido importantísimo, del 100%, porque no está permitida la venta". 

La situación ha llevado a la empresa a aprobar un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) para parte de la plantilla que opera en la bodega y que ahora trabaja "un 35% o 40%" de la jornada laboral habitual. 

APERTURA. Fandiño no se aventura a predecir qué ocurrirá en los próximos meses, pero si la decisión estuviera en su mano abogaría por una apertura de la hostelería "muy escalonada y lenta" antes de que finalice la estación estival, la más importante del año para el sector.

Bodegas como Mar de Frades reforzarán las tareas de mantenimiento de los vinos que están almacenados

"Entendemos que debe haber una adaptación en verano, aunque sea de una forma muy sutil, para que el sector hostelero pueda llegar a abrir sus puertas. Esto no quiere decir trabajar al cien por cien, pero sí un nivel de actividad que permita evitar el sufrimiento que supone la pérdida de muchas empresas que quizás no puedan permanecer cerradas hasta septiembre y tengan que cerrar de forma definitiva". 

Entretanto, la enóloga incide en que bodegas como la suya reforzarán las tareas de mantenimiento de los vinos que están almacenados en bodega con el fin de que "permanezcan más tiempo y que puedan ser rendibles en un período de uno o dos años". Para ello cuenta con la ventaja de que la última añada ha sido "muy cítrica, floral e intensa, lo que va a permitir que los vinos sean extremadamente longevos". 

Sobre las repercusiones de la pandemia en la próxima cosecha, Fandiño no cree que se quede mucho racimo plantado. La vendimia de 2019 "fue escasa", por lo que considera que, si la uva evoluciona correctamente, "las bodegas pueden estar en situación de comprar la uva habitual".

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