Alin Escoto: "Queremos conseguir un intercambio cultural de largo aliento"

Trabaja en la feria del libro infantil de Ciudad de México, una urbe que tiene una área metropolitana de más de 20 millones de habitantes. Desde allí ha venido a Pontevedra encabezando la delegación del país invitado este año al Salón do Libro. "Podemos retroalimentarnos", asegura.

Alin Escoto, en un rincón mexicano del Salón do Libro de Pontevedra. ALBA SOTELO | SALÓN DO LIBRO
photo_camera Alin Escoto, en un rincón mexicano del Salón do Libro de Pontevedra. ALBA SOTELO | SALÓN DO LIBRO

"Todos nos dedicamos a impulsar la literatura infantil y juvenil. Eso, a pesar de manejar conceptos tan diferentes, forja una especie de hermandad. Por eso, toda la delegación mexicana está feliz de estar aquí". Alin Escoto es la coordinadora general de la programación artística de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), que se organiza anualmente en Ciudad de México. Por su última edición, en 11 días, pasaron 481.000 personas. En ella participaron más de 1.000 sellos editoriales y su programación incluía más de 2.000 actividades. Estos días está en Pontevedra encabezando una delegación de doce personas llegadas desde México, país invitado en el Salón do Libro Infantil e Xuvenil.

Tanto usted como Susana Pliego, de la Embajada mexicana, han insistido en que estaban sorprendidas con lo que se habían encontrado en Pontevedra. ¿Eran palabras de cortesía o era cierto?

No, lo decimos desde el corazón. Los conceptos de movilidad que manejan aquí, en Ciudad de México son imposibles. Y si no imposibles, sí que muy complicados. Para moverse de un punto a otro es imprescindible el transporte público, que suele estar saturado. Y si tomas el auto, una distancia de menos de un kilómetro puede llevarte 20 minutos. Para nosotros, Pontevedra es algo totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados. Esa idea que nos han explicado de que la ciudad está pensada para los más pequeños porque, si se cubren sus necesidades, el resto de la población las tiene también cubiertas, se me antoja de una lógica aplastante. Y es algo que se nota.

Dice que la FILIJ y el Salón manejan conceptos diferentes. ¿Cuáles le han llamado la atención de la propuesta de Pontevedra?

En Ciudad de México, nuestra feria recibe a 500.000 personas. Hacemos muchas actividades de fomento lector a través de la interacción: por ejemplo, cuentacuentos. Tenemos lo que llamamos cuentódromos: espacios en los que empiezan las narraciones a la 09.00 y están continuamente funcionando hasta las 18.00 horas. No paran. Aquí me gustó que no sólo se acerquen a la lectura a través de actividades sino también a través del objeto del libro. Allí los niños no se acercan con esa libertad al libro, no lo toman, lo leen y después lo regresen. No lo hacen. Y sería muy complicado que pudiesen hacerlo, entre otras cosas, por la cantidad de gente que recibimos. Y tomé muchas fotografías de esos rincones señalados como espacio para leer aquí. También me gustaron esas estanterías con las novedades editoriales. Aunque para nosotros también sería complicado realizar algo parecido. Son muchísimas las editoriales de Ciudad de México. En el periodo de la feria se publicarán unas 120 o 150 novedades. Necesitaría un espacio enorme.

Decía Susana Pliego el otro día en el Concello que traían "una probadita de cultura mexicana". De hecho, además de autores e ilustradores, han traído un chef para promocionar su gastronomía. ¿Qué huella quieren dejar en Pontevedra?

Lo que queremos es que se vea el trabajo que hacemos en México a través de la literatura, principalmente infantil y juvenil. Pero no podemos desvincularnos de nuestras raíces. Por eso hemos traído la gastronomía con Rómulo [Mendoza, chef invitado al Salón]. Lo que nos interesa es fortalecer cada vez más los vínculos que empezamos a crear. Ya llegaron las autoras, ya llegaron las ilustradoras, ahora valdría la pena que pudieran reunirse con editoriales para ver si pueden hacer trabajos juntos. Aquí también está presente la Cámara Nacional del Libro de nuestro país y busca tener un acercamiento con las editoriales y los libreros. Porque lo que nos gustaría es que este intercambio fuese de largo aliento.

¿Desde la experiencia que da trabajar en una feria de las dimensiones de la FILIJ, le daría algún consejo a la organización de este Salón?

No. ¿Sabes por qué? Porque somos proyectos diferentes con gente diferente y costumbres diferentes. Yo estoy acostumbrada a trabajar con masas. Aquí todo es más cercano y personalizado. Además, lo hacen muy bien. El trabajo que he visto es excelente.

La delegación mexicana que ha venido a Pontevedra es fundamentalmente femenina. El día de la inauguración del Salón, el alcalde hablaba de "la necesidad" de dedicar el evento a las mujeres. El acento en el género es un tema de gran importancia en estos momentos en España. ¿También en México?

Sí, por supuesto. Es más, te puedo decir que en la literatura infantil y juvenil de México, si hablásemos de cuota de género, tendría que ser para los hombres. La mayoría de las personas que trabajan en este ámbito son mujeres, desde en cuestiones organizativas e institucionales hasta en la autoría de los textos y las ilustraciones. En el momento en el que nos comentaron que el tema del Salón de este año era Mujeres de cuento vimos que encajábamos perfectamente. Este sector en México está impulsado fundamentalmente por mujeres.

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