2-0. El Arosa es de Segunda RFEF

Dos goles de Javi Fontán y Kilian en los primeros 25 minutos dan al conjunto arlequinado el ascenso ▶ El club de Vilagarcía logra el salto de categoría 28 años después de su última promoción a Segunda B
Javi HQR! FASE FINAL ASCENSO SEGUNDO RFEF. Arosa - Somozas. Id al final que se decide el ascenso. Jugadas, gestos, celebración o derrota. A Lomba (Vilagarcía)
photo_camera Los jugadores del Arosa celebrando el ascenso. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Jugará la próxima campaña en Segunda RFEF el Arosa gracias a un histórico triunfo en la final del play-off ante el Somozas (2-0), en la despedida de la Tercera División, categoría en la que ha militado 54 temporadas, cifra récord entre los clubes gallegos.

Era el día esperado por la entidad arlequinada desde hacía años, cuando logró su último ascenso a Segunda B, ante el Ribert salmantino, y la fiesta desatada en el Estadio de A Lomba respondió a la trascendencia del logro alcanzado.

Sufrió menos el cuadro de Rafa Sáez que en el encuentro de semifinales frente al Estradense porque dejó encarrilado el choque en los primeros 25 minutos con dos goles, obra de Javi Fontán y Kilian, aunque se topó con un oponente corajudo, al que le faltó acierto en la segunda mitad para volver a meterse en el partido.

El colectivo vilagarciano acompañará en el nuevo cuarto nivel del fútbol español a Pontevedra, Compostela, Coruxo, Arenteiro y Bergantiños.

El Arosa quería una tarde tranquila, alejada del sufrimiento de un curso eterno, marcado por las numerosas adversidades y cuyo mayor reflejo está en la pasada semana en el duelo de semifinales ante el Estradense, donde solamente el factor clasificatoria le permitió plantarse en la gran final. Fue la lucha inquebrantable la seña de identidad del bloque arousano en los últimos meses, crecido ante las adversidades y acertado ayer, en el momento clave. Porque el Somozas salió dispuesto a plantar batalla, con ataques muy directos. Pero pronto empezó a aclararse el horizonte para los anfitriones.

Garrido pifió una cesión que Pedro Beda no pudo aprovechar ante Marcos Souto. Fue el primer y único aviso. Con mucha facilidad superaba la primera línea del entramado forastero el colectivo vilagarciano, encumbrado con un eslalon de Javi Fontán en el minuto siete. De lateral a lateral, Cotilla disparó de forma defectuosa y el balón volvió a los pies de Fontán, que remató el esférico al fondo de la red, poniendo el primer tanto en el luminoso y animando, más si era posible, a la hinchada arlequinada.

Reaccionó de forma inmediata el Somozas, con dos buenas aproximaciones desde el costado derecho, la única vía de agua del repliegue anfitrión. Un remate mordido de Pablo Rey y una dejada de tacón de Luis Nuño hacia Luis Chacón solventada por la rápida salida de Álex Cobo pudieron cambiar el signo de un duelo que el bloque vilagarciano siempre dio la sensación de tener bajo control.

Pudo duplicar la renta Mon, que cumplió con nota su función en la tarde de ayer, en una acción que fue anulada por fuera de juego previo. Fue el preludio del segundo golpe: de nuevo Mon conectó un zurdazo desde fuera del área al que respondió Marcos Souto con un palmeo forzado. El rechace le quedó franco a Kilian para embocar y desatar la euforia en las gradas. Un segundo tanto que dejaba la eliminatoria casi encarrilada pese a que quedaba mucho partido por delante.

UN MERO TRÁMITE. Bajó los brazos el equipo preparado por Jairo Bello, esperando la llegada del descanso, que realzó sus opciones por el bajón de un Arosa más contemplativo.

Un testarazo de Luis Nuño, que se enfundó el traje del jugador más peligroso del Somozas ayer, fue acreedor del 2-1 antes de que Pedro Beda perdonase las sentencia en dos ocasiones diferentes.

Dio un paso al frente el conjunto visitante por la presión del reloj y estuvo cerca de añadirle tensión al tramo final. Sin embargo, para sofocar la rebelión de los de Jairo Bello emergió Álex Cobo con tres grandes intervenciones ante Alberto Leira, Luis Chacón y Álex Cabarcos, en una nueva exhibición del guardameta que ya hace una semana fue el mejor jugador arlequinado.

Era el día, y ni el chaparrón logró aguar la fiesta de un conjunto arlequinado que consiguió, en una tarde gris, llenar de color A Lomba para celebrar un ascenso que llega a Vilagarcía después de 25 años.
 

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