España perdió por la mínima ante Eslovenia (22-21) en la última jornada de la fase de grupos del Mundial júnior de balonmano y se medirá a Francia, la gran favorita al título, en octavos de final, después de la sorprendente derrota de los galos ante Egipto horas antes.
La dureza defensiva del vigente campeón de Europa, los diez goles de Gregor Ocvirk y las paradas de Gasper Dobaj acabaron con el sueño español de medirse a Corea en la primera eliminatoria del camino par revalidar el título conseguido hace dos años en Argelia.
A los Hispanos Júnior les costó entrar en el partido. Su escasa intensidad defensiva permitió a Gregor Ocvirk mostrar su calidad. El jugador del Vardar macedonio -cinco goles en el primer tiempo- fue una pesadilla hasta que Isidoro Martínez varió su defensa para situar a Mamadou de avanzado en el 5-1. Eso sucedió cuando España estaba cuatro abajo (9-5, min.20).
Tampoco la selección nacional supo adaptarse a la dureza de la defensa eslovena. Bien cerrada la conexión con el pivote, los errores no forzados fueron constantes. El técnico español pidió tiempo muerto con 7-4 (min.17), pero Eslovenia, apoyándose en un juego eléctrico y las paradas de Dobaj, aumentó su renta hasta los cuatro goles (9-5) a falta de diez minutos para el descanso.
Esa ventaja del rival obligó a Isidoro Martínez a mover ficha. Situó a Mamadou de avanzado, y el joven jugador del Barça revolucionó el choque. España subió un punto su intensidad y la primera línea eslovena ya no jugó con tanta comodidad. Y con rápidas transiciones que impidieron a Eslovenia armar su defensa, la selección enmendó su mal inicio de partido al descanso (11-11).
Mantuvo ese excelente nivel defensivo el equipo español en la reanudación, y eso le bastó para coger su primera ventaja importante. El seleccionador esloveno, Saša Prapotnik, paró el partido (12-14, min.36). Y los suyos reaccionaron, coincidiendo con una doble exclusión española. Con un parcial 6-2 en diez minutos, recuperaron el mando del duelo (18-16, min.46).
Isidoro Martínez buscó un revulsivo con un tiempo muerto, pero su equipo continuó sufriendo ante la dureza defensivo de Eslovenia, que ahogó a los pivotes españoles. Su renta aumentó hasta los tres goles (20-17, min.51). Una exclusión de Kotar hizo soñar a España, pero la vigente campeona continental se agarró al brazo de Gregor Ocvirk para sellar un triunfo que vale un cruce más asequible en octavos.
