La demagogia de los datos es incapaz de enmascarar la realidad del balonmano. Tres empates y la convivencia con el sótano de Plata no encubren la evolución del Teucro hacia el orgullo. El equipo azul rescató un punto en la clandestinidad del covid-19, con eco de disparo de balas, gritos de guerra y bayonetas afiladas frente a un adversario de enjundia, el líder Novás.
El siete lerezano exhibió su locura en dos caras: velocidad atolondrada y velocidad con brillo. A orillas del Lérez detestan la quietud: plagado de jóvenes y pesos ligeros, necesitan la revolución para sobrevivir. Todo lo que hace la familia tiene un punto de esfuerzo conmovedor, de lucha desigual, de supervivencia en el alambre.
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