Nunca la expresión año nuevo, vida nueva fue tan certera. Y es que en su regreso al fuego real tras el parón navideño, el Teucro se transformó para recordar al equipo dominador de la categoría que antaño fue.
El conjunto azul, prácticamente un muerto viviente que no había sido capaz de rascar ni un punto en los ocho partidos anteriores, renació de sus cenizas para firmar un partido brillante ante el Balonmano Soria. Y es que el cuadro pontevedrés fue capaz de mantener la serenidad en un primer acto de idas y vueltas y de dar la estocada en una segunda parte tocada por la varita mágica de Kilian Ramírez, colosal en su debut en la portería teucrista. Vivió una situación semejante al éxtasis un Municipal canino de alegrías.
Y pese a que la permanencia sigue muy difícil, no fue excesiva la explosión de alegría de la afición pontevedresa, que vibró con los suyos gracias a un triunfo que se cimentó en el parcial de 8-0 que el bloque azul logró entre el minuto 45 y el 55. Así, empujado por Kilian Ramírez y su defensa, el Teucro se agigantó para asestar el golpe definitivo al Soria. Cada ataque amarillo era frenado por los de casa, que castigaban una y otra vez en el área rival bien con las penetraciones de Álvaro Moreno o Gonçalo Areias, bien con la movilidad del coloso Víctor Deco, capaz de dominar en las dos orillas los seis metros.