A finales de agosto la vida de Abián Rodríguez dio un giro de 360 grados. El canario acababa de fichar por el Cisne y se encontraba realizando la pretemporada con el primer equipo blanco, pero el reconocimiento médico previo al inicio del curso puso su vida patas arriba e hizo tambalear su sueño de hacerse un hueco en "un equipo grande", tal y como él lo describe, tras detectársele un problema cardíaco con el que lleva lidiando los últimos seis meses.
Ahora el canario se encuentra de regreso a Pontevedra (a donde llegó el domingo), bajo un estricto protocolo de vuelta a los entrenamientos y demostrando que sus ganas de cumplir sus sueños le acompañaron en este duro viaje donde realizó más de 15 pruebas médicas y se acostumbró a vivir con un holter dentro de su cuerpo, pero en el que nunca abandonó la idea de regresar a lo que le hace feliz: las pistas.
"Venía persiguiendo mi sueño y cuando lo estaba agarrando me llega la noticia de que no puedo entrenar y eso fue un palo", son las palabras de un Abián Rodríguez que recuerda como se sintió aquel fin de semana de agosto en el que se encontraba en Gran Canaria, disfrutando de sus últimos días de vacaciones antes de regresar a Pontevedra y comenzar el curso, y le dijeron que arrastraba un problema cardíaco que le iba a hacer parar por completo.
El propio guardameta asegura que "fueron meses en los que estaba deprimido porque al final el problema mayor era que no podía estar viviendo mi sueño". Seis meses de ir y venir entre médicos, seis meses en los que reconoce no saber el número exacto de pruebas médicas que le hicieron pero que está seguro que oscilan entre las "15 y las 20", seis meses alejado de las pistas, de la portería, del balonmano, pero los cuales, al menos, "pasé en mi isla, con mi familia y mis amigos".
"Venía persiguiendo mi sueño y cuando lo estaba agarrando me llega la noticia de que no puedo entrenar. Fue un palo"
Echando la vista atrás se acuerda de aquellos que estuvieron a su lado este tiempo, pero también de todos los médicos que le han ayudado a poder volver, tanto los "médicos particulares de Gran Canaria, como los de la Federación Española que se postuló muy bien y los de Galicia que fueron recomendados por el club". Ellos fueron los ‘culpables’ de que seis meses después Abián regresase este lunes a un entrenamiento.
De momento lo hace en solitario, cumpliendo todas las medidas de seguridad permanentes y siempre "con protección en el pecho" para no poner en riesgo el holter que lleva implantado. Actualmente entrena con un peto de taekwondo que evita "golpes en la zona".
Sin embargo él siempre se preparó para este momento, para su gran regreso. Y es que asegura que "aunque las posibilidades eran mínimas, sabía que iba a volver y quería tomármelo en serio" y es por ello que desde el minuto uno preguntó que ejercicio podía realizar y "a regañadientes, me permitieron hacer ejercicio dos días por semana, pero siempre bajo los límites médico". Además comenzó una dieta controlada y "eso me permitió más o menos mantener el tono físico y no perder tanto como podría haber perdido ya que me lo tomé de una manera positiva y me intenté preparar lo máximo posible".
Un grave problema cardíaco le alejó de su sueño el pasado mes de agosto, pero a base de coraje, de no dejar de creer y de una fuerte mentalidad de héroe, Abián Rodríguez recuperar su vida, su normalidad y remota su gran sueño.