"Me afectó lo de Tokio, sentí un bajón"

Teresa Portela asegura que "ya estoy mentalizada" para ir a los Juegos en 2021 y cree que la clave de su longevidad deportiva es ir "día a día" y sin retos inalcanzables
Teresa Portela. DP
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Teresa Portela, que en los Juegos de Tokio se convertirá en la primera mujer española con seis participaciones olímpicas, confesó este martes que le afectó el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio al año 2021, debido al coronavirus, y que vivió un "bajón" emocional al dar casi por perdida la actual temporada, si bien ahora ya está "mentalizada" y lista para abordar el reto del próximo verano.

"Sí me afectó el aplazamiento. La verdad es que fue un bajón y sinceramente sentí que quizá no era un entrenamiento tirado pero sí es una temporada incompleta. Sentí un bajón, decepción, pero es algo inevitable. Hay que asumirlo. El objetivo ahora es el mismo reto pero en 2021, ya estoy mentalizada", aseguró.

"Cada sesión de entrenamiento es la más importante porque lo que no sale en un entreno no sale en competición"

Portela, en una clase magistral por internet organizada por la Federación Española de Piragüismo y en conversación con el director técnico de la RFEP, Ekaitz Saies, afirmó que nunca se ha planteado ningún objetivo deportivo a medio plazo, sino que vive el día a día y que por ello cree haber llegado donde ha llegado.

"Nunca me planteo temporadas ni nada de aquí a cuatro años. Cuando acabo una fecha olímpica, y me preguntan por la siguiente, pienso que no estaré allí. Me pasó en Londres, y en Río. Me planteo año a año. En este caso, verme tercera en el Mundial del año pasado (Szeged, Hungría) fue para mí muy importante, ese bronce me hizo afrontar la temporada de manera distinta", celebró.

Con ese buen ánimo iba a afrontar la cita de Tokio 2020, con opciones de colgarse una primera medalla olímpica en K1 200, superando la cuarta posición de Londres 2012. Ahora, por la pandemia de la Covid-19, deberá alargar su preparación y llegará a la cita olímpica con 39 años.

"Sinceramente sentí que quizá no era un entrenamiento tirado pero sí es una temporada incompleta"

"Fue complicado, pero más lo era cuando decían que los Juegos se hacían sí o sí en 2020 y estaba confinada en casa, sin poder entrenar. Eso no lo llevé bien. Pero cuando lo aplazaron al año que viene, entendía que tenía que ser así, que era lo normal. No podían ser unos Juegos en desigualdad", observó al respecto, dando por bueno ese aplazamiento.

Además, en el Esprint de Tokio disputado en septiembre de 2019, fue tercera y reconoció de la mejor manera el canal del Central Breakwater donde se jugará esa medalla olímpica. "Fue la primera vez que disfruté de ir a una competición, aunque era más para probar la pista, y una oportunidad de ver la ciudad. Me gustó muchísimo Tokio, y la pista en la bahía me imaginaba que iba a haber más olas, pero con el dique que construyeron estará bastante protegido", explicó la gallega que cree que la experiencia le ha demostrado que "los pequeños esfuerzos siempre tienen recompensa" y que "cada entrenamiento es el más importante porque lo que no sale en un entreno no sale en competición", reconoció la palista de Cangas do Morrazo.

El análisis. Una deportista de leyenda
Aunque la edad anuncia un declive en las pruebas de explosividad, como el K1 200, la canguesa sigue desafiando la lógica. Se presentará en Tokio para afrontar sus sextos Juegos Olímpicos con la pretensión de verse en otra final después de más de 20 años inamovible en la élite.

Tokio 2020 parecía un horizonte extremadamente lejano en 2012, cuando 198 milésimas le apartaron del premio que tanto ansiaba... y que sigue ansiando. El podio olímpico es el único que falta en el historial de ‘Teri’.

Aunque su palmarés ya es de leyenda quiere más. La palista canguesa peleará por seguir estando entre las mejores. Su mejor resultado olímpico fue en Londres 2012, hace ocho años, en donde la medalla se le escapó por dos centésimas de segundo.

"Cuando empecé nunca me planteé grandes cosas"

Teresa Portela, con cinco participaciones olímpicas -Sydney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016- opta a ser la primera mujer española en ir a seis Juegos Olímpicos, pero explicó en la clase magistral que nunca se hubiera imaginado poder llegar a tener tal éxito.

"Mi primera competición fue un fiasco absoluto, en Pontevedra. Me rompieron el timón y no pude ni salir, no podía avanzar. Tenía unos 11 años, y tuve que poner el pie a tierra", rememoró la canguesa.

"Cuando empecé nunca me planteé grandes cosas, no pensaba que pudiera ganar grandes cosas. Me planteé objetivos a corto plazo. Cuando iban pasando los años, esos objetivos era cada vez más ambiciosos pero siempre dentro de lo que pensaba que podía optar. Fue la clave, ir pasito a pasito hasta llegar aquí. Jamás pensé que tendría el lujo de estar 20 años en la élite de este deporte", reconoció la de Cangas do Morrazo.

Pero ese día a día, ese remar con constancia y trabajar con tesón, le dieron las llaves para esta longevidad que le ha hecho colgarse 15 medallas en campeonatos Mundiales y 17 medallas en Europeos.

"Siempre fui obediente, la verdad. Mi forma de ser es de ser tranquila, la clave está en confiar en tu entrenador y confío en Daniel, es fundamental. Pongo el esfuerzo de salir a entrenar y de ser mejor, él planifica y hace que estemos los dos en el mismo camino y con el mismo rumbo", comentó la española.

Además, una carrera brillante que no paró ni cuando decidió estudiar (tiene Magisterio) ni ser madre. "Una vez tuve a mi hija, volví gracias a la capacidad de trabajo, en el tesón está la clave. Aunque lo recuerdo como un momento difícil. Tenía en mi cabeza como iba antes en la piragua y no era lo mismo, tuve que insistir para volver a hacer lo que hacía", explicó.

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