Alejandro Muñiz: "Ante 30.000 personas, te concentras tanto que solo oyes ruido. No notas esa presión"

A sus 28 años, el pontevedrés Alejandro Muñiz se encuentra en plena temporada de su debut en el fútbol profesional como árbitro de Segunda División. Ahora, aprovecha el parón para hacer balance y reflexionar sobre el arbitraje
Alejandro Muñiz, en un partido de esta temporada. LALIGA
photo_camera Alejandro Muñiz, en un partido de esta temporada. LALIGA

Comenzó a los 14 años en el arbitraje con varios amigos. Y 14 después, vive una temporada difícil de olvidar para Alejandro Muñiz Ruiz (Pontevedra, 1991). Policía de profesión, el pontevedrés ha debutado en este accidentado curso por la Covid-19 en Segunda División y ahora, se prepara para volver lo mejor posible. 

Usted, como árbitro, también es deportista de alto nivel. ¿Cómo le está afectando este parón? 
A nivel físico, desde el Comité nos pusieron un plan específico que cada uno tuvo que adaptar a sus condiciones. Nos hemos tenido que reinventar y centrarnos sobre todo en trabajos de fuerza en la propia vivienda. Eso hizo que sacrificásemos un poco el cardio y la velocidad. Ahora que llevamos ya un par de semanitas pudiendo correr, el cardio se va recuperando, la fuerza se ha mantenido y cuando podamos entrenar en campo, empezaremos a meterle la velocidad, que es quizá lo más complicado de cara a lesiones. Se puede decir que esta es mi tercera pretemporada, entre la previa al inicio de la liga, la que tuve que hacer por una lesión y este parón. Ha sido extraño. 

Es decir, han tenido que cambiar mucho su rutina. 
Sí, aunque hemos podido simular con varias herramientas la faceta 'técnica' de un árbitro. Nos han facilitado una plataforma de UEFA que exige tomar decisiones en acciones en un tiempo determinado, al igual que cuestionarios de preguntas teóricas con temporizador. Hemos seguido viendo vídeos, afianzando criterios del Comité en jugadas puntuales... No es lo mismo, evidentemente. Pero esa faceta técnica y psicológica la sigues trabajando un poco. 

Entonces, ¿no ha podido analizar más en frío su temporada? 
He hecho todos los talleres que nos han mandado. Pero personalmente, como he tenido tiempo para ello, me he visto otra vez todos mis partidos de esta temporada, comparando el informe del Comité con el autoanálisis que tenemos que hacer de nuestra actuación. Muchas veces somos más autocríticos nosotros mismos. Hay jugadas que yo me había puesto como mejorables (una posición, una amarilla, una ventaja...) y que ahora viéndolas digo: 'tampoco está tan mal, sí que soy crítico'. Es que yo creo que la autocrítica es casi la única forma de mejorar. Te pueden decir mil veces que hay que hacerlo de una forma, pero si eres tú el que analiza el error y lo interiorizas, es mucho más positivo pedagógicamente. 

Ya revisada entera, ¿cómo valora hasta ahora su temporada? 
Yo estoy muy contento. Es cierto que siempre se puede hacer mejor. Obviamente no puedo hablar de jugadas o partidos concretos, pero genéricamente estoy contento, aunque con ese matiz de que todo es mejorable. El arbitraje es complicado y exigente: puedes estar bien colocado, conocer al equipo y, por ejemplo, saber que en una acción por la banda izquierda va a centrar al área. Y aún así fallas en la jugada porque son acciones muy rápidas. Toda la preparación suma puntos, pero es complicado verlo todo. De hecho, nuestro presidente (Velasco Carballo) dijo hace unos días que nunca había terminado un partido sin equivocarse en algo. Y estoy muy de acuerdo. 

Físicamente se pierde. La técnica sí la hemos podido trabajar con herramientas para tomar decisiones en poco tiempo

¿La Segunda División es como se esperaba? 
Es cierto que cuando estás en Segunda B acudes como cuarto árbitro a Primera y Segunda. Y de lo que sí me he dado cuenta que no tiene nada que ver desde la banda con respecto a dentro del campo. Hay determinados equipos que juegan vertiginosamente al fútbol. Por lo que no solo tienes que procurar estar cerca, sino también no molestar. Desde la banda tú este problema no lo sientes. Dentro del campo, sí. Lo que sí valoro yo es el poderío físico que se ve en determinados jugadores. Hay futbolistas que son atletas y seguirlos es más complicado. 

Entonces, ahora necesita mucha más dedicación al arbitraje. 
Sí, tienes que dedicarle muchas más horas. Básicamente porque tienes mucha información. Entonces, si quieres hacer esa labor previa (de procesado), necesitas tiempo. Por ejemplo, en Segunda B o Tercera hay una o dos cámaras y era complicadísimo valorar tu acierto o tu error. Ahora es cuando realmente ves si lo que tú has apreciado en el campo se corresponde con lo que luego revisas en televisión. Todas estas herramientas te ayudan a mejorar.

Ha arbitrado 14 partidos. ¿Se guarda algo que le haya marcado especialmente en su llegada al fútbol profesional? 
Es fútbol profesional: la llegada al estadio es diferente, la seguridad es diferente, el staff de los clubes mayor... Es otro espectáculo diferente. 

¿Y eso genera más presión? 
A ver, estar en un estadio con 30.000 ó 40.000 personas rugiendo (como puede ser un play-off de Segunda) te impresiona en el momento en el que saltas al campo. Cuando empieza a rodar la pelota, tienes tantas cosas en la cabeza que es como si no te dieras cuenta. Yo he acabado partidos y he dicho: 'vale, había gente pero no sabría decir cuánta'. Y como hay tanta gente, no escuchas nada en concreto. Solo ruido. ¿Hay presión? Al principio. Luego, una vez todo empieza, no la notas. 

Es decir, ¿escucha más todo en un campo sin apenas gente? 
Sí, por desgracia algún comentario desafortunado siempre tiene más alcance hacia el árbitro en un campo con menos espectadores. Ahí sí que te llega. En un campo con mucha gente, no tanto. No sé si porque estás más concentrado, pero a mí me pasa así. 

Disfruto como el primer día o más. No entré por vocación, pero me enganchó. Gracias a él soy la persona que soy

El ser joven y debutante, ¿le ha hecho tener que 'ganarse el respeto' de los jugadores de alguna forma? 
Para nada. Desde mi primer partido en Segunda noté que me trataban como un árbitro más. No he notado más presión (por ser debutante). He visto mucha deportividad y el trato ha sido espectacular. Igual que cuando llegué a Segunda B con 23 años notaba un trato más diferente por parte de jugadores veteranos, la Segunda es tan profesional que cada uno se dedica más a lo suyo. Además, con el VAR hay menos protestas.

Ahora con el VAR todo ha cambiado, pero ¿usted es de esos que no duerme por un error? 
A mí personalmente me cuesta conciliar el sueño después de cualquier partido por la activación física previa y el cansancio. Pero no porque le dé vueltas a unaa jugada. Aunque si has fallado vas a pensar más en la jugada. 

Ahora está más expuesto. ¿Trata de aislarse de la crítica? 
Siempre se dice que lo mejor que puede pasarle a un árbitro es que no se hable de él después de un partido porque haya pasado desapercibido. Los veteranos nos aconsejan que no miremos cosas: ni el día que aciertas te lo tienes que creer ni cuando has tenido un mal partido debes venirte abajo. Sí que hay que mantenerse un poco al margen. Porque en esas jugadas 'grises', sí tú has decidido ‘blanco’ el perjudicado va a decir que es ‘negro’ cuando no lo es. Muchas veces se simplifican jugadas cuya decisión correcta es la que se ha tomado en el terreno de juego. 

La exigencia es máxima y para usted esto es un oficio. ¿Se sigue disfrutando del arbitraje? 
Yo disfruto tanto o más que el primer día. Yo no voy a mentir: no entré por vocación. Antes no era lo habitual eso, aunque ahora cada vez lo es más. Yo jugaba al fútbol, compañeros míos entraron, probé y me enganchó. A esas edades, el ser árbitro te da un plus de responsabilidad y de autocrítica que te ayuda a formarte incluso como persona. Yo no sería la persona que soy de no haber arbitrado. 

O sea, ¿disfruta mucho más de lo que sufre? 
Yo lo disfruto. Sí que sufres a nivel físico: cuando llegas al área a 200 pulsaciones, exhausto y tienes que decidir... Esa faceta física es dura. Un árbitro no va a pasear. Es deporte. Pero yo disfruto como un niño pequeño. 

Estoy muy contento con la temporada, aunque se puede hacer mejor. Creo que somos muy autocríticos con nosotros mismos

¿Y tiene tiempo para deleitarse con acciones concretas durante el partido? 
Por supuesto que lo disfrutas. Como aficionado al fútbol, cuando ves una determinada acción, dices: 'ostras vaya control'. O cuando ves a un jugador. Me ha pasado en Tercera, Segunda B o Segunda el ver a un jugador y decir: 'este es superior a esta categoría'. Se puede disfrutar del fútbol también. Si no te gusta el fútbol, yo creo que no puedes ser buen árbitro. No terminarías de encajar. 

Más allá del trabajo, ¿se sigue poniendo delante de la tele para ver fútbol porque sí? 
Hay días que el fútbol te acaba saturando. Pero sí que intento ver el máximo posible y sobre todo de la categoría en la que yo trabajo. Es decir, me gusta ver fútbol en general, pero a veces veo algún partido que no me llamaría solo porque lo dirige un árbitro internacional que quiero ver como lo hace. En esa faceta sí que soy un poco 'bicho raro'. 

¿Le gusta más dirigir un partido tenso o tranquilo? 
Depende. Sí que es cierto que un partido con tensión entre equipos que se están jugando mucho a todo árbitro le gusta dirigirlo. Un partido de final de liga en el que no se juegan nada es diferente, aunque tú tienes que estar igual de concentrado porque el error es el mismo. Pero estar en un partido con mucho en juego te da ese puntito de disfrute. Es un ambiente único. Tú sabes que formas parte de ello, pero no quieres que los focos apunten a ti. 

Ya tendrá a la familia acostumbrada a su labor de árbitro. ¿Sufren por usted? 
Sí, a ver. Yo sé que lo sufren. Si cometo un fallo sé que mi padre lo va a sufrir. Y en cuanto acaba el partido, miro el móvil y el primer mensaje que tengo es de él con la grabación de una jugada y diciéndome que esté tranquilo, que lo he hecho bien.

"El VAR es como nuestro ángel de la guarda"
La temporada de debut de Alejandro Muñiz en la Segunda División ha coincidido con la de la implantación del sistema de Videoarbitraje en la categoría. Sobre si el VAR ha hecho que los árbitros no tomen tantas decisiones, Muñiz Ruiz se muestra tajante: "El VAR no está diseñado para buscar la decisión más correcta. No se trata de analizar este penalti y decir: '¿qué es lo mejor para esta jugada?'. El VAR tiene que partir de la decisión del árbitro y ver si se ha equivocado clara, obvia y manifiestamente". 

Para el colegiado: "No se trata de ver la jugada y decir: 'para mí sí, para mí no'. Es ver la jugada y decir: '¿es manifiestamente erróneo lo que ha hecho el colegiado?'. De ahí que no entre en jugadas 'grises'. Entonces, tú tienes que seguir tomando una decisión, tienes que seguir 'mojándote'. Este protocolo no busca que no tomemos decisiones".

Asimismo, el árbitro apunta que hay que tener en consideración como un protocolo "diferente" las jugadas que "pueden acabar en gol". "En ese caso, tenemos que dejar acabar la jugada y luego señalar una mano en ataque o un fuera de juego si creemos que ha sido. Lo que no podemos hacer es 'matar' antes de que termine por si nos equivocamos", añade. 

Por todas estas cuestiones, a veces mal interpretadas por el público, Muñiz considera que en ocasiones "hay un concepto un tanto erróneo de para qué se usa el VAR". "Es una herramienta fundamental para nosotros. Ahora es difícil pensar en el fútbol sin VAR. Ha venido para quedarse y es como tu ángel de la guarda. Sabes que no te vas a llevar a casa un error de bulto en la mochila", defiende. 

Sobre si sigue existiendo o no el miedo a equivocarse y los errores continúan pesando, Muñiz reflexiona: "A todos nos gusta acertar y fallar te fastidia. No analizas el error, sino porqué se produce. Pero realmente, no te llevas ese error a casa porque se ha hecho justicia. Si ha sido penalti se ha señalado. O si ha habido un gol ‘fantasma’, que es casi imposible de ver en el campo, se ha concedido".

Máis en Deporte Local Pontevedra
Comentarios