Añoranza de un tiempo pasado

Hace 25 años la SD Teucro lograba la mejor clasificación de su historia en la élite, una cuarta plaza que le abrió las puertas de Europa
Equipo habitual del Teucro 94-95 (la convocatoria era de doce jugadores). MIGUEL RIOPA
photo_camera Equipo habitual del Teucro 94-95 (la convocatoria era de doce jugadores); en la imagen superior, Geni que disputó su última campaña como azul y en la inferior, los fichajes.

Hubo un día en el que Europa se tiñó de azul. Fue el 8 de abril de 1995 porque la Sociedad Deportiva Teucro hacía realidad el sueño de conseguir la clasificación para disputar, la temporada siguiente, una competición continental, en concreto la Copa EHF, como consecuencia de la cuarta plaza liguera que había logrado gracias a 41 puntos tras 19 victorias, tres empates y ocho derrotas.

Un cuarto puesto que es la mejor clasificación de la historia del club pontevedrés en la máxima categoría del balonmano español y la culminación a una espectacular trayectoria que llevó al conjunto que, por aquel entonces, era entrenado por Fran Teixeira a soñar con conquistar el campeonato, aunque aquello pareciera una locura.

Los mimbres del cesto eran excelentes, pero la trayectoria del conjunto azul sorprendió, especialmente porque en las primeras jornadas empató en la pista del débil Guadalajara. Simplemente fue un borrón. Durante más de dos partes de la temporada el Teucro luchó con Elgorriaga Bidasoa y con el FC Barcelona por el primer puesto de la clasificación que ocupó en una jornada, después de una espectacular victoria -el 25 de octubre- en el pabellón Artaleku sobre Elgorriaga.

Era la reválida con las cámaras de Televisión Española como testigos. Los vascos eran líderes y los pontevedreses segundos con un punto de des ventaja. Se produjo la hazaña porque los de Teixeira, con un Peric inconmensurable, se hicieron con un triunfo que les aupaba a lo más alto de clasificación en vísperas de su confrontación con el FC Barcelona, cuya visita hizo que el Municipal registrase un lleno espectacular, el 1 de noviembre de 1994.

El conjunto azulgrana se hizo con la victoria (25-32), pero los pontevedreses seguían metidos en la pelea por el título, pero sobre todo por una plaza para una competición europea que era el gran objetivo para conmemorar sus bodas de oro.

Los pontevedreses no bajaron los brazos y siguieron metidos en la pomada hasta que de nuevo el destino les cruzó con Elgorriaga Bidasoa. Al igual que sucediera en la primera vuelta, ambos conjuntos llegaron a ese duelo, correspondiente a la jornada 24, muy parejos en la clasificación de la Liga Asobal. Los de Irún eran primeros con 40 puntos, los pontevedreses terceros con 38 y por el medio el FC Barcelona con 39.

PUGNA. Pontevedreses e irundarras protagonizaron una confrontación espectacular disputada en un Pabellón Municipal absolutamente abarrotado. Un triunfo hacía que los azules vieran más cerca el sueño de poder aspirar al título y estuvieron muchos minutos por delante en el marcador. Una discutida actuación de los árbitros (Berridi y José Luis Arguello) condicionó un partido que acabó con empate a 23 goles.

El Teucro tuvo contras las cuerdas a Elgorriaga Bidasoa. Acarició un triunfo que le daría momentáneamente el liderato porque el Barça jugaba al día siguiente. El choque además de la decepción de que se escapara un triunfo cercano tuvo el balance negativo de la grave lesión del extremo Jordi Fernández, que había que sumar a la que se había producido semanas antes el lateral Chus Barbón.

En el partido de la primera vuelta el conjunto teucrista consiguió el liderato y el de la segunda marcó el tramo final de la competición debido al golpe anímico y a la importante lesión de Jordi Fernández.

El partido fue un punto de inflexión porque en los seis encuentros que se disputaron hasta la conclusión del campeonato, los pontevedreses solamente consiguieron tres puntos de doce posibles y perdieron la tercera posición en beneficio del Teka de Santander (en el que militaba, entre otros, Talant Dujshebaev, Jakimovic y el pontevedrés Juan Domínguez).

El pobre balance del Teucro en la recta final de la temporada, en la que vio peligrar su plaza europea, no puede ensombrecer la magnífica trayectoria de los pontevedreses que hicieron realidad, con creces, el objetivo de conseguir un puesto en una competición continental. La culminación de la hazaña llegó el sábado 8 de abril cuando los azules ganaron por 34-26 al Ademar.

Velo Rajic: "Dimos la sorpresa. El cuarto puesto fue un éxito"
"Dimos la sorpresa, porque en la categoría había equipos como el Teka, el Bidasoa, el Barcelona, el Granollers...", recuerda Velo Rajic, una de las estrellas de aquel equipo y cuyo lanzamiento en media vuelta ponía al público en pie.

El jugador croata rememora con especial cariño la temporada, la mejor de la historia del Teucro, y señala que "disfrutamos mucho y la afición también. El cuarto puesto es un éxito difícil de repetir".

Rajic recuerda que los refuerzos de Stefanovic y Peric, que ya estaban contrastados, aunque todavía fuesen jóvenes, fueron claves en un equipo en el que se mantuvieron, además de él, hombres como Chus Barbón o Fernando Benés.

"Nosotros éramos todos bastante rápidos. Nuestro problema era la defensa porque, salvo Barbón, que era el más corpulento, el resto no pasábamos del 1,90, o el 1,92. Teníamos a Peric atrás, que nos ayudó mucho, era muy bueno en los lanzamientos de seis metros", comenta Rajic.

El primera línea recuerda que "fuimos líderes muchas jornadas, habíamos ganado al Bidasoa en Irún pero en casa perdimos y ahí dejamos escapar el primer puesto". Además, bromea con la actuación arbitral del partido contra el Bidasoa en Pontevedra. "Siempre hay un poco de influencia. Ellos se jugaban la liga y con eso hay que contar, ya se sabe".

El Teucro se quedó a las puertas de luchar por el título después de un final de liga un tanto irregular, pero el croata no lamenta aquellos malos resultados, porque "el cuarto puesto fue un gran éxito".

 

Fran Teixeira: Ante el Elektromos fue una eliminatoria muy cruel
La edad de oro de la Sociedad Deportiva Teucro está unida a un entrenador, Francisco Teixeira Lloret, que cogió al equipo sin aspiraciones en el verano de 1988 y después de un ascenso espectacular, pero inesperado meses antes, lo consolidó en la élite del balonmano español.

"Yo estoy muy agradecido al resto de clubes en los que estuve porque en todos ellos viví momentos importantes, pero la etapa del Teucro fue especial, muy especial. Pasamos de luchar por el ascenso a hacerlo por el título de la Liga Asobal (temporada 94- 95). Todo eso hace que fuera un periodo muy gratificante, muy intenso… Aquella época fue memorable porque la ciudad vivía muy intensamente el balonmano, cada encuentro era una fiesta y el equipo progresó considerablemente", señaló el entrenador vigués.

Años después de la clasificación continental el técnico reconocía que "llevar el Teucro a Europa fue un éxito. Fue una eliminatoria (con el Elektromos de Budapest) muy cruel porque quedamos apeados por el valor doble de los goles en cancha contraria. El esfuerzo que hizo el club no se vio recompensado como se merecía. Otros clubes con menos trabajo tuvieron trayectorias más largas".

De la temporada 94-95 se queda el recuerdo de los duelos con el Elgorriaga que "era un equipo que estaba luchando por el título de Liga (lo acabó logrando). Su entrenador era Juancho Villarreal, uno de los grandes. Tenían jugadores de una calidad tremenda, como Wenta o Perunicic".

"Nuestro siete inicial era Chus Barbón, Benés, Jordi Fernández, Gabi, Stefanovic, Rajic y Peric. Toda Pontevedra estaba pendiente por la televisión. El equipo estaba muy justo de gente, pero si estábamos al cien por ciento, podíamos conseguirlo", sentencia el ex entrenador del conjunto pontevedrés. 

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