Resulta sorprendente que con tan solo 19 años goce de un historial tan amplio: ganador del Trofeo Rías Baixas de medio maratón en 2020, segundo en el europeo en la categoría de K-2 en 2019 y muchos más que completan una larga lista de logros. Ahora Joaquín Iglesias afronta 2021 con el afán de olvidar la lesión en el hombro que amenaza con mantenerlo en el dique seco durante una buena temporada.
¿Cómo se siente al ver lo que ha conseguido pese a su juventud?
Motivado. Como en todo deporte, la suerte también influye, y yo voy teniendo un poco de suerte, me están acompañando los resultados y siempre motiva hacerse un hueco un poco con la gente que ya está impuesta. Disfruto mucho. Lo que estaba haciendo va ayudando, que es lo más importante. Al final si disfrutas de lo que haces y entrenas bien, acaban acompañando los resultados.
¿Cuál es el momento más especial de su carrera?
Sin duda, la medalla de plata en el campeonato de Europa, porque fue una cosa totalmente inesperada. Iba con un compañero de Madrid, con el que siempre tuve muy buena relación, y cuando éramos más pequeños bromeábamos con montar en un K-2 y mira. Al final tuvimos la oportunidad, porque nuestros compañeros estaban más centrados en la velocidad.
Mi sueño es el de cualquiera que compite, llegar a ser campeón del Mundo
¿Y su momento más duro?
Ahora mismo. Hace tres semanas me saqué el hombro y se hace duro que los demás pueden entrenar y tú no. Y más en un año en el que estábamos trabajando bastante bien y apostando bastante por la piragua. Tener que parar y dar por perdida media temporada es difícil.
¿Cómo fue esa caída que le ha provocado esa lesión en el hombro?
Estábamos bajando a entrenar y, cuando está la marea baja en Pontevedra, hay barro que deja el río. Al haber esta semana riada, me resbalé y caí con la piragua y todo. Se me quedó el brazo atrás y se me salió.
¿Cuánto tiempo estará parado?
Estoy esperando a que me llamen del hospital para hacer una resonancia y ver cómo están los tendones. Dependerá de eso.
¿Qué balance realiza de 2020?
Balance bastante positivo, ya que la cuarentena la afronté bastante bien porque tuve un kayak ergómetro, que es un simulador de piragua, pude entrenar y ayudó bastante a llevarlo. Además, luego cambié de grupo de entrenamiento, para centrarme más en lo que es la larga distancia, que es lo que me gusta y es lo que mejor se me da, y gracias a ellos noté bastante mejoría. He aprendido mucho gracias a su experiencia.
¿En 2020 ha conseguido sus objetivos?
Sí, dentro de lo que cabe cumplí mis objetivos. Si notas que mejoras tus marcas y tu rendimiento, se puede decir que cumples tus metas. Los resultados fueron acompañando y eso anima a seguir.
El peor momento de mi carrera es ahora mismo: es duro lesionarse y ver que los demás están entrenando y tú no puedes hacerlo
¿Cuáles son sus retos para 2021?
En 2020 aposté por la piragua para intentar disputar el campeonato de España de maratón sub-23. Si hay suerte de poder clasificarme a un europeo o mundial, bienvenido sea.
¿Cuál sería su mayor sueño?
El sueño de cualquiera que compite: ser campeón del mundial.
¿Podrá llegar a ese nivel?
Es complicado, pero tampoco se puede decir nunca. Nunca se puede decir que no: hay que pelear.
