El Cisne inicia su cuenta atrás para jugar en la liga Asobal

El club pontevedrés tiene que decidir si se inscribe en la máxima categoría en torno a mediados del mes de junio
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photo_camera Dani Ramos, en una acción ante Villa de Aranda. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El Cisne Colegio Los Sauces ya trabaja contrarreloj en las cuentas económicas de cara a la próxima temporada. Después de aprovechar el período de incertidumbre para calcular cuánto supondría al club jugar en Asobal, el ascenso a la máxima categoría concedido por la Federación Española de Balonmano marcó el punto de partida para comenzar a cerrar las certezas monetarias de cara al próximo curso. Una labor que está siendo constante, ya que el conjunto pontevedrés es consciente que en torno al 15 de junio deberá decidir definitivamente si económicamente le es viable jugar en la máxima categoría del balonmano nacional. Porque a finales de ese mes deberá inscribirse y, teóricamente, pagar el canon. Ya no habría vuelta atrás.

Lo cierto es que en el Cisne, el trabajo frenético se mezcla de estos días con el optimismo. La directiva del conjunto blanquiazul es consciente de las dificultades que se le presentan para alcanzar acuerdos relativos a ingresos económicos, pero entiende que los números dan.

Las administraciones han respondido positivamente en los primeros contactos y el Cisne espera que no rebajen su inversión

Como adelantó este periódico, la cifra mágica se sitúa en torno a los 400.000 euros, una cantidad que casi duplica al presupuesto de esta temporada (225.000). Sin embargo, la rumorología en torno a una posible rebaja de las condiciones para acceder a Asobal es constante y en el Cisne esperan que se convierta en realidad. En este sentido, son muchos los clubes de la élite que están anunciando rebajas importantes en sus presupuestos (Sinfín, Guadalajara, Valladolid...) por la crisis económica que parece que provocará la pandemia de la Covid-19. Esto, unido al hecho de que el próximo curso habrá dos equipos más en la categoría, hace que el Cisne albergue esperanzas acerca de una cierta flexibilidad por parte de Asobal. Por un lado, en el número de contratos profesionales obligatorios (ahora mismo, 12). Por otro, en el canon que deben pagar todos los equipos para participar en la máxima categoría. Este importe, en torno a los 60.000 euros, es devuelto en el caso de que el club descienda. Pero al no haberse aplicado descensos esta temporada, la asociación no devolverá este año importe de ningún tipo, por lo que existe la opción de que se rebaje el canon o incluso se absuelva del pago la próxima temporada.

ADMINISTRACIONES. Con esto ya analizado, el club ha iniciado contactos con las administraciones. Y en principio, las sensaciones son positivas, ya que parece que el importe de las subvenciones seguirá siendo el que ha correspondido estos últimos años a los equipos de la máxima categoría del balonmano.

Con esta previsión, ahora el Cisne busca financiación privada para completar el presupuesto y estudia los trámites burocráticos de Asobal, que establece un férreo control de ingresos, gastos y tesorería entre los equipos de la categoría. Una categoría que el club espera poder ver como una realidad (económicamente hablando) a mediados de junio, cuando deberá decidir definitivamente si compite en ella o no como paso previo a formalizar la inscripción antes de julio, cuando ya no habría marcha atrás.

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