Un espectáculo superlativo

Pontevedra se echó este sábado a la calle para disfrutar en primera línea de la mayor cita deportiva de su historia

Cierre mundial Pontevedra
photo_camera Finaliza el evento Multisport 2019 con miles de espectadores y un evento musical. DP

Nadie sabe cuánto tiempo pasará hasta que Pontevedra vuelva a presenciar una jornada como la de este sábado. Es tal la magnitud del espectáculo deportivo que se vivió en la Boa Vila que incluso resulta complicado encontrar un término que resuma la que fue la gran fiesta del triatlón mundial.

Tras más de una semana de competición en la que multitud de personas de todas las edades y nacionalidades inundaron las calles y plazas de la ciudad para animar a los miles de triatletas y duatletas que tomaron parte de un Multisport de récord, la prueba de triatlón de larga distancia llegó como un tornado arrasando por completo con todas las previsiones de la organización.

Siendo el entorno del Centro Galego de Tecnificación Deportiva o la céntrica Praza da Peregrina los puntos en los que se congregó un mayor volumen de público, lo cierto es que la afición se hizo notar a lo largo de todo el circuito.

Y es que fueron muchos los que madrugaron para encontrar el mejor lugar al margen del Lérez desde el cual poder asistir al pistoletazo de salida de la prueba, una implicación que, lejos se ser anecdótica, contribuyó a dibujar una estampa que, sin duda, marcó la pauta de la jornada.

AFICIÓN ENTREGADA. Bien ataviados con banderas, camisetas, gorros, mochilas e incluso bocinas con los colores de sus respectivas banderas, bien con una indumentaria algo más discreta, lo que caracterizó ayer a la afición por encima de todo fue la entrega y la efusividad con la que animaron a los deportistas.

El casco histórico, las orillas del Lérez o el entorno del CGTD se inundaron de miles de aficionados y curiosos

Con una mezcla de respeto y admiración profunda, familiares, amigos y apasionados del triatlón ejercieron su papel a la perfección, siendo la energía que parecía alimentar a sus ídolos durante el transcurso de la prueba.

Aunque la zona de sombra estaba este sábado muy cotizada, fueron muchos los que pasaron por alto las altas temperaturas dejándose el alma y la voz mientras coreaban los nombres de sus favoritos.

Con todo, si bien el ambiente festivo se mantuvo como una constante, los aplausos y los gritos de apoyo de la afición incrementaban su frecuencia y volumen por momentos, algo que servía para prevenir al resto de que se acercaba uno de los pesos pesados.

PROTAGONISTAS. Como era de esperar, los triatletas españoles en general, y los pontevedreses Javi Gómez Noya y Pablo Dapena, en particular, acapararon toda la atención de la afición levantando pasiones a su paso. 

Ídolos en su propia ciudad, ambos triatletas, que este sábado disputaron un duelo de hermanos, recorrieron la Boa Vila, primero en bicicleta y, después, a pie, aupados por los mensajes que les hacían llegar los miles de pontevedreses que salieron este sábado a la calle a disfrutar de esta gran jornada deportiva.

En este sentido, cabe destacar que tanto Javi como Pablo no solo contaron con el apoyo de sus amigos y vecinos mientras escribían un nuevo capítulo en la historia deportiva de la ciudad, sino que recibieron los aplausos de una gran marea de deportistas y aficionados llegados desde diferentes partes del mundo.

Quien también provocó un huracán a su paso fue la pontevedresa Saleta Castro, que contó en su recorrido con el apoyo incondicional de su gente en una jornada en la que la ciudad volvió a demostrar su gran compromiso con el deporte.

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