Juan Novás vuelve a lo grande

El portero del Cisne regresa tras dos años en el dique seco para dar el triunfo a su equipo
HQR BALONMANO Cisne Amenabar Zarautz Jugadas ambiente banquillo Pabellon Municipal
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No es sencillo enterrar dos años en el dique seco y mucho menos hacerlo con una actuación magnífica en el día del regreso. Eso consiguió Juan Novás, portero del Club Cisne que se erigió en el gran protagonista de la victoria de los blancos contra el Amenabar, segundo clasificado de División de Honor Plata, el pasado sábado en el Municipal.

"Después de casi dos años de no poder jugar por lesiones, que me salga ese partido es un subidón", reconocía el protagonista.

Era el regreso del arquero pontevedrés tras un calvario que comenzó antes de que el mundo conociese de la existencia del coronavirus. Varios meses antes del inicio de la pandemia, el arquero se rompió la fascia plantar, lo que le obligó a estar parado durante dos meses.

Nada más regresar a los ensayos, volvió a recaer de la misma lesión. Cuando por fin se volvió a reestablecer, el país se ve obligado a confinarse a causa del comienzo del covid-19.

Ya recuperado y con el comienzo de la seminormalidad deportiva, en la pretemporada 2020-21, Novás inicia las sesiones con sus compañeros, pero se rompe un tendón del pecho que le obliga a operarse. Entre la intervención y el tiempo de espera por la misma estuvo otros siete meses parado.

"Hubo momentos en los que estuve de bajón, pero nunca se me pasó por la cabeza retirarme", explica el joven de 26 años, que sintió el calor del grupo para seguir con su plan de retorno. De ahí que ni se plantease irse cedido a otro club. "En los entrenamientos estaba cogiendo más ritmo. Preferí estar sin jugar y entrenando aquí, con los que son mis compañeros e ir mejorando poco a poco. Todos te tratan muy bien", destacó.

De hecho, le llovieron las felicitaciones de sus compañeros y miembros del club por su gran actuación del sábado. Su historia es de aquellas que fabrican empatía en el entorno y más en una plantilla y una entidad que se comportan como una familia. Ello es una de las claves del éxito del Cisne: la unión. Sobre esa razón justifica Juan Novás la marcha de la presenta temporada.

"La gran mayoría de los jugadores del equipo llevan entrenando juntos desde el año pasado. Seguimos siendo los mismos y veníamos de una buena dinámica de trabajo desde Asobal, aunque entonces no se tradujese en resultados".

Gracias a ese motivo, a las buenas relaciones internas, al buen hacer colectivo de una máquina perfectamente engrasada y al talento de cada pieza del engranaje, el conjunto pontevedrés es líder destacado de su grupo, con 20 puntos y con una impresión de solidez que le hace ser optimista de cara a la segunda vuelta.

"Quedan muchos partidos. Por puntuación, diría que vamos a estar en el grupo de arriba. Pero falta mucho. Aún no apostamos, pero creo que en el grupo hay ilusión por volver a Asobal y poder hacer un papel mejor que el año pasado", reflexiona el arquero blanco.

UN HOMBRE DE EXTREMOS. La aparición de Juan Novás sobre la cancha del Pabellón Municipal supuso un soplo de aire fresco y una nueva forma de afrontar el encuentro para el bloque cisneísta. No solo en cuanto a paradas, sino en cuanto a la confianza que ofreció a su defensa. Su calidad para atajar balones desde los extremos permitió a la defensa blanca sentirse segura en esa zona y reforzar la actividad sobre la primera línea del Amenabar.

"Frené bien a los extremos y a los primeras líneas, con una buena defensa y muchos blocajes, logramos contenerlos", resumió el propio Juan Novas satisfecho con el encuentro que había desempeñado.

Él mismo admite que disfruta creciéndose ante los exteriores rivales, a los que se les hace de noche ante su presencia. "Prefiero que me tiren desde el extremo. Al ser un portero grande y no tan fino como es habitual, los extremos dudan. Me gusta parar al extremo. Me siento más confiado. Aunque entren un poco más abiertos para finalizar, me gusta ese enfrentamiento", admite.

Juan Novás ha perdido doce kilos de peso en los últimos meses, lo que a buen seguro colaborará a incrementar su agilidad bajo palos. El talento, no: ese nunca le ha faltado.

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