Juanjo García Lores: "Este es un año perfecto para ganar la liga"

El Poio Pescamar Fútbol Sala ha completado la mejor campaña de su historia, logrando un segundo puesto en la liga regular y jugará por primera vez el play-off por el título, que empieza este sábado contra el Burela. "Este es un trabajo tan duro que no te da tiempo a vivirlo", confiesa el fundador, presidente y alma máter del club
Juanjo García, presidente del Poio Pescamar. RAFA FARIÑA
photo_camera Juanjo García, presidente del Poio Pescamar. RAFA FARIÑA

En ocasiones, las líneas narrativas del deporte superan a cualquier ficción. El guionista de la historia del Poio Pescamar ha decidido que la mejor temporada del club sea la 25ª desde su fundación, allá por 1997. No solo eso, sino que también coincide con el 10º aniversario del ascenso del equipo senior femenino a Primera Federación, la máxima categoría nacional. El redactor de este guión no es Juanjo García, cofundador y presidente de la entidad, pero seguro que, si se tratase de una película real, asistiría al estreno. La primera aventura del Poio en el play-off por el título empieza este sábado, contra el todopoderoso Burela, al que ya derrotaron en la última jornada de la temporada regular (2-1).

Esta es ya la mejor temporada de la historia del club, pase lo que pase en play-off. ¿Cómo lo ha vivido?
28 jornadas sin perder. Es una auténtica locura. Pero, por desgracia, no lo hemos disfrutado. No somos conscientes de lo que hicimos. Esto es un trabajo tan duro que no te da tiempo a vivirlo. Sabemos lo que estamos logrando, pero creo que no seremos plenamente conscientes hasta que acabe la temporada. Esto lleva una planificación, un trabajo enorme, implicación, sacrificio. No te permite disfrutar el día a día. Acabábamos de ganarle a Burela y ya estaba coordinando con Luis (López-Tulla, el entrenador) el trabajo de los fisioterapeutas de toda la semana.

Una de las principales novedades de esta temporada fue la de un nuevo entrenador, al final la apuesta le salió rentable.
Su gestión ha sido espectacular. Creo que nadie puede reprocharle nada. Ha sido fantástico, un regalo caído del cielo. Es una persona increíble. Se nos criticó un poco cuando cambiamos y decidimos traerlo, y yo creo que era evidente que había que cambiar. No avanzábamos. Llevábamos dos temporadas quedando quintos y perdiendo el cuarto puesto en la última jornada. Yo estoy aquí para tomar decisiones, sobre todo aquellas que no le gusta a nadie tomar. A unos les parecerá bien y a otros mal, porque nunca llueve a gusto de todo el mundo, pero es el tiempo el que te da o te quita la razón. En nuestro caso, creo que sobran las palabras.

¿La plantilla tiene también culpa en el éxito?
Su comportamiento ha sido de diez. En liga han estado espectaculares, basta con ver los datos. Tuvimos la mala suerte de que nos tocó el Futsi Navalcarnero en la Copa de la Reina. Creo que si alguien podía ganarle a Futsi y a Burela en esa competición éramos nosotros. El partido estuvo muy igualado, hasta los últimos minutos, cuando se decantó hacia su lado. En Copa de Galicia nos tocó Burela y el partido estuvo muy abierto, lo pudo ganar cualquiera. Estaba claro que el equipo que ganase de ese enfrentamiento saldría campeón de la Copa de Galicia. Nosotras veníamos de ganar tres. Esta vez no ha podido ser, qué le vamos a hacer. Pero a la plantilla hay que reconocerle que ha estado de diez, como deportistas, como profesionales y como personas.

¿Qué ha cambiado con respecto a años anteriores?
Tenemos una plantilla más amplia, con trece jugadoras. También está más compensada. Siempre queremos fichar a las mejores, otra cosa es que podamos. Este año hemos conseguido juntar al mejor grupo que creíamos posible, el más completo y el más heterogéneo a nivel de juego. Luis tiene a su disposición futbolistas para todas las facetas. Si además das con un grupo de personas excelente para el cuerpo técnico, como es el caso, las nuevas piezas encajan rápidamente.

Otro histórico del fútbol sala español será su primer rival en el playoff: el Burela.
Es considerado el mejor equipo del mundo. Somos clubes muy allegados. Es un espejo en el que mirarnos. Son una referencia en comunicación, imagen y profesionalidad. Nuestra meta es parecernos cada vez más a ellas. Espero que algún día estemos a la altura de lo que es el Burela. Espero que sí, a corto plazo. Es un gusto tenerlo en la liga y un orgullo que sea gallego.

¿Qué cabe esperar de este duelo?
Será un enfrentamiento igualado. Lo vimos el sábado pasado y también en la ida, donde ganábamos por 1-3 y nos entró un poco de vértigo y nos empataron. Me gustó mucho el último partido. Sufrimos, claro, pero también sufrieron ellas. Nos ha exigido mucho tanto a Poio como a Burela, y nos va a volver a exigir mañana. A nuestro favor juega que hemos ganado el factor campo.

Luis López-Tulla ha sido un regalo caído del cielo. A la plantilla hay que reconocerle que ha estado de diez

¿Qué es la afición para este equipo?
La afición se ha enganchado a estas jugadoras y a este entrenador como en los viejos tiempos. Es una de las cosas con las que me quedo de esta temporada. Cada vez hay más camisetas rojas en la grada. Como en todo, hemos tenido altibajos. La gente se engancha cuando ganas. Este año, además, era el 25º aniversario del club y el 10º del ascenso a Primera. Este cóctel ha hecho que los aficionados vuelvan a llenar A Seca. El sábado lo volverán a hacer y nos van a empujar. Esperemos que a Burela podamos desplazar gente.

¿Es este el año del título?
Este es un año perfecto para ganar la liga. Al menos, para disputarla. Tenemos las mismas opciones que los otros tres equipos. Por primera vez, no hay una hegemonía de Futsi y Burela. Los cuatro equipos optan con las mismas posibilidades a ganar la liga. A partir de ahora queremos ser siempre un firme candidato al título. No queremos que quede en este año. Es un punto de inflexión.

¿Cómo recuerda los primeros pasos del club?
Era completamente diferente a lo de ahora, muy amateur, una diversión. No teníamos las mismas obligaciones y responsabilidades que tenemos ahora. Empezamos con un solo equipo, luego añadimos un segundo, un sub-16… El objetivo era pasarlo bien con los aficionados, con la gente del pueblo, los técnicos y las jugadoras. Queríamos crear actividades paralelas al equipo. Poco a poco, pasó lo que pasó.

¿Cómo era el fútbol sala femenino en aquel momento?
No existía. Nosotros creamos un equipo sin saber lo que había. Luego descubrimos que se estaban fundando más equipos y se pusieron en contacto con nosotros para jugar una liga. Ahí empezó todo. Queríamos dar la oportunidad a las mujeres de incorporarse al deporte. Era una locura por aquel entonces, casi no había equipos. Simplemente, era una actividad más dentro de la asociación que teníamos. Al principio éramos totalmente inconscientes, luego descubrimos un mundo muy bonito.

¿A qué obstáculos se han tenido que enfrentar?
El fútbol sala femenino no estaba bien considerado. El deporte femenino en general. Mucha gente no lo veía bien, estábamos apartados. No es lo de ahora, que tanto las instituciones como los patrocinadores se vuelcan con el deporte femenino. Por aquel entonces no, era muy difícil conseguir jugadoras, convencer a los padres de que dejasen jugar a las hijas. Por suerte la sociedad ha ido avanzando, se ha dado cuenta de que el deporte no es masculino ni femenino, es deporte y todo el mundo tiene el derecho de practicarlo. Ahora los niños se compran camisetas del Poio y tienen como referentes a jugadoras del Poio.

En 2008 llega el ascenso a Segunda División y cinco años más tarde a Primera. ¿Ya soñaba con ganar la liga?
Siempre lo hemos tenido muy claro, pero con los pies en el suelo. Sabíamos que no sería de un día para otro. Podíamos intentarlo, pero éramos conscientes de que nos podíamos quedar con una mano delante y la otra detrás. Otras veces ya hemos corrido y hemos tenido problemas. Ya hemos intentado ascender a Primera División y hemos fracasado, hasta que dos años más tarde lo conseguimos. De eso se trata, de aprender. Lo que teníamos claro era que no íbamos a estar perdiendo el tiempo, quitándoselo a nuestras familias, para nada. El objetivo era estar arriba. Si no, no estaríamos. Aunque sabíamos que sería difícil. A las jugadoras buenas había que convencerlas de que viniesen a Galicia, y no era sencillo.

¿Cómo se consigue eso?
Es cuestión de trabajar, trabajar y trabajar. De demostrar que somos serios. Eso es muy importante. Y después ir creando un presupuesto económico, haciendo el colchón cada año un poquito más grande para poder ofrecer mejores condiciones. Traer buenos entrenadores también es clave. Y luego ir profesionalizándonos más cada año. Primero teníamos solo un entrenador, después un segundo, un preparador físico, un fisioterapeuta, un psicólogo deportivo… Cada año vamos incorporando personal, que es algo que las jugadoras valoran mucho. Se trata de intentar hacer las cosas bien. Te equivocas todos los días, pero hay que intentar mejorar.

El Burela es un espejo en el que mirarnos. Es una referencia en comunicación, profesionalidad e imagen

En las nueve temporadas que llevan en Primera han acabado siempre entre los ocho primeros. ¿Cuál es la clave de esa regularidad?
Creo que lo más importante es ir haciendo las cosas bien, con criterio. Cada año debemos marcarnos un objetivo, que es mejorar el rendimiento del anterior, pero siempre con un techo, con tranquilidad. ¿Hemos quedado décimos? Pues este año tratemos de quedar novenos. Es cierto que hemos ido cambiando de entrenadores. Es necesario, porque si la cosa no funciona hay que cambiar. El tiempo nos ha dado la razón. En Primera no ha habido un paso atrás de este equipo. Y se han dado volantazos, los tiene que haber. No hay una varita mágica para hacer que funcionen las cosas. Tiene que entrar la pelota. Sin embargo, también es muy importante encontrar un buen grupo humano. Aprendes a fichar personas. Con eso tienes mucho hecho, y la prueba es este año.

¿Qué es el Poio Pescamar para el pueblo?
Un orgullo para todos los vecinos. Somos un representante fuera de la comunidad autónoma y queremos hacerlo con el mismo orgullo. Ellos están encantados y lo demuestran día a día volcándose con nosotros.

¿Y qué es el Poio Pescamar para el fútbol sala femenino gallego?
Una institución. Quizás por detrás del Burela, pero muy cerca. Ahora vamos a intentar arrebatarle los títulos, tanto la liga como la Copa de la Reina y la Supercopa de España. Queremos ser el orgullo del fútbol sala femenino gallego.

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