Kevin Presa concluye el 30 de junio su vinculación contractual con el Pontevedra y desconoce si continuará o no vistiendo la elástica granate. Al margen de los planes que el consejo de administración tenga reservados para él, el futbolista aclara que su futuro está condicionado por unos problemas privados.
"Quiero saber qué es lo que quiere el PCF y qué proyecto tiene. Hay muchas cosas que valorar. Pero también hay cuestiones personales que son una prioridad para mí. Le notifiqué al club que quería solucionarlas antes de tomar ninguna decisión", explicó.
Kevin sabe que la campaña recién acabada debe ser una gran lección para todos, también para la entidad. "Lo primero que debe hacer el Pontevedra es aprender de esta temporada, de que las cosas no siempre van a ser fáciles. Debe valorarlo todo antes de marcarse objetivos. Me gustaría que el equipo del año que viene haya aprendido de sus errores. Por supuesto, quiero que veamos un bloque que lucha por estar arriba y se pone cotas más altas que pelear por una simple permanencia".
No he estado el nivel que la gente esperaba de mi ni al que yo mismo aguardaba
El centrocampista ponteareano hace balance del presente curso y realiza autocrítica.
"Soy consciente de que no ha sido mi mejor temporada. No he estado al nivel que la gente esperaba de mi ni al que yo mismo aguardaba. No estoy satisfecho, pero cada vez que tenía que defender la camiseta del Pontevedra lo daba todo. Si uno se vacía, aunque las cosas no le salgan tan bien, no hay demasiado que recriminarle. No ha sido mi mejor año, pero tengo la conciencia tranquila porque he dado el cien por ciento".
En cuanto al balance colectivo, reconoce que el desenlace del curso fue un gran alivio. "La permanencia, tal y como se dieron las cosas, no es un éxito, pero sí un logro. Nos vimos en una situación muy fea y la superamos".
De ahí que "el equipo celebrase la salvación. No era el objetivo principal al principio de la temporada, pero al final se convirtió en él. Y si sumas el título de Copa, es para estar felices", reflexiona.
Han pasado cosas a las que no estábamos acostumbrados en los últimos años en Pontevedra
Kevin reconoce que la temporada que acaba de concluir ha sido especialmente exigente. "Han pasado cosas a las que no estábamos acostumbrados en los últimos años en Pontevedra. Gente como Edu, Mouriño, Álex Fernández o yo, que llevamos mucho tiempo aquí, habíamos vivido temporadas muy bonitas y pasar por lo que nos ha tocado este año fue duro, física y mentalmente".
A pesar de ello, la plantilla mantuvo siempre la compostura y no cayó en el pesimismo. "El equipo se vio en situaciones límite, en momentos en los que se jugaba la vida, pero nunca pensamos que nos íbamos para abajo. Decíamos tenemos que ganar este partido sea como sea. Suena parecido, pero no es lo mismo".
Kevin cree que la capacidad para cambiar de mentalidad fue vital. "No es el primer caso de un club que aspira a cotas más altas y pelea por algo diferente. La clave está en que los jugadores saben que hay que juntarse más que nunca y cambiar el chip. Lo importante fue que los implicados fuimos capaces de asimilarlo. A veces la gente no lo ve hasta que la situación no tiene solución".
