El técnico del Pontevedra, Luismi Areda, se mostró muy satisfecho tras el importante triunfo del equipo granate en Valladolid: “El trabajo semanal se vio reflejado sobre el césped. Cuando las cosas salen bien, siempre te vas contento para casa. Hicimos el partido que queríamos, con mucha concentración. Trabajamos las coberturas y las ayudas por fuera. Interpretamos a la perfección el encuentro”.
El conjunto lerezano lo pasó realmente mal tras el tanto de Mayoral. Los últimos minutos se convirtieron en un monólogo del filial pucelano: “Parecía que el 0-2 nos daba tranquilidad, pero el rival vio que se le escapaba el choque y fue a por él. El penalti le dio alas y el partido volvió a empezar. Nos apretaron con el balón, pero acumulamos mucha gente en defensa y supimos manejar la ventaja”.
El triunfo coloca al cuadro pontevedrés con 41 puntos en su casillero. Además, adelanta a su último contrincante en la clasificación. “Hay veces que toca sufrir y ponerse el mono de trabajo. El equipo está muy comprometido, hoy -por ayer- mostró su enorme solidaridad. Estamos más vivos que nunca”, aseguró el técnico olívico.
El próximo domingo, en Segovia, el Pontevedra afrontará una nueva final por la salvación ante otro rival directo: “Dimos un paso importante. Ojalá podamos ganar el siguiente partido y dar otro hacia la permanencia. Trabajaremos desde el lunes con toda la ilusión para volver a sumar los tres puntos”.
