Deporte Local Pontevedra
Jorge Romero, encantado en el Peixegalego: "He venido para ascender"
El Marín Peixegalego sumó su cuarta derrota de la temporada contra el Juaristi, en Azpeitia, después de un encuentro muy igualado que se decantó a favor de los locales en un último cuarto en el que la intensidad defensiva de los vascos fue determinante.
El marcaje sobre Jordan Gregory y la negación ofensiva bajo los aros del conjunto de Javier Llorente fueron determinantes en un partido con cambios en el marcador y que el bloque azul llegó a dominar por diez puntos.
El Peixegalego tuvo la iniciativa en el marcador durante todo el primer tiempo. El cuadro marinense anuló a su rival con una buena defensa y controló el rebote defensivo. Ello, sumado a la aportación ofensiva de Badmus y Gregory, le hacía disponer de las primeras ventajas importantes (10-16) al concluir el primer período.
El segundo acto se convirtió en una bacanal de acierto exterior del Peixegalego. Romero se unió a la fiesta y, con su puntería desde la línea exterior, castigó de forma impenitente a un adversario incapaz de frenar el vendaval marinense. Los de Llorente llegaron a disponer de un 28-38 favorable a falta de un minuto para acabar el período, pero finalmente la ventaja se quedó en siete puntos (33-40) en el camino de los vestuarios.
El Juaristi reaccionó después del descanso y anuló la desventaja con rapidez. Un parcial de 10-2 le concedió la iniciativa en el electrónico.
El Peixegalego no encontraba tiros cómodos cerca del aro contrario y Badmus parecía el único con confianza y capacidad para encestar. El irlandés acabó con 28 puntos y 28 créditos de valoración como mejor jugador del partido y de su equipo.
Badmus fue el mejor de los marinenses, con 28 puntos
Gracias a su puntería y al buen hacer de Romero, el Peixe conservó una mínima ventaja al final del tercer período (55-56).
Ahí se acabaron las buenas noticias para la escuadra de Marín. El partido entró en una fase en la que los colegiados consintieron el empleo de duros contactos y uso de las manos en acciones defensivas, algo en lo que el cuadro de casa pareció sentirse más cómodo.
Gregory se obcecaba en su búsqueda desesperada del aro rival. Mientras, el Juaristi lograba encestar tiros exteriores y cortes por la línea de fondo que le permitían alejarse en el marcador hasta una máxima ventaja de once puntos.
Solo la garra del Peixegalego en los últimos dos minutos le permitió reducir distancias hasta los cinco puntos de desventaja.
