La temporada de pesca fluvial arrancó en Pontevedra con muy pocas luces y muchas sombras. Hubo pocas capturas, pese a ser un estreno de campaña y el buen caudal de los ríos, pero casi todas las truchas eran de buen tamaño. Esa fue la tónica general. En pocos cauces abundaron los ejemplares más pequeños. "Non hai moita troita,pero as que collemos son grandes", explicó Iago Fernández, que compartió jornada de pesca con Carlos Rodríguez.
Ante este panorama para muchos pescadores la vecina Portugal sigue siendo uno de los paraísos por las facilidades que ofrecen y por el estado de los cauces, según revelaban algunos de los cañistas que este domingo estrenaron la temporada.
Dentro de la decepción general también hay excepciones. Francisco Javier Rois logró el máximo de cuatro piezas. Tanto él como otros cañistas que acudieron al lugar se hicieron "con exemplares grandes. Foron poucos os que cubriron o cupo, pero varios amigos colleron pezas de un kilo e kilo e pico", destacó.
El mal estado de conservación de los ríos gallegos y sus consecuencias para las especies ictícolas que habitan en ellos condiciona negativamente el inicio de la temporada de pesca en aguas continentales, la fluvial que mueve unas 50.000 licencias.
"Non se colleron moitos exemplares, na liña anteriores tempadas, pero seguimos tendo a mesma afección", asegura Iago Fernández, que practica este deporte desde los diez años y es, por su juventud, un ejemplo del ansiado relevo generacional que demandan las asociaciones. Los pescadores atribuyen esta situación de escasez de truchas al aumento de población de depredadores. La presencia de cormoranes, garzas y garcetas se incrementó, al igual que la de nutrias.
El Comité de Pesca redujo los cupos de capturas para equipararlos a comunidades autónomas limítrofes y para controlar la sobreexplotación de los recursos. De hecho, Galicia tenía el cupo más alto de España, y uno de los más altos de Europa, en contra de la tendencia a proteger los salmónidos en el resto del continente.
No se podrá practicar la pesca los lunes, salvo festivos nacionales o autonómicos. En los jueves no festivos, solo pesca sin muerte, excepto el 18 de abril (Jueves Santo) y el 17 de mayo (Día das Letras Galegas), que será hábil según lo autorizado en cada localización.
En los cotos con convenio de colaboración se prorrogará hasta el 30 de septiembre en la modalidad de pesca sin muerte. En las aguas salmoneras, en las de reo, o en las de montaña la temporada empezará el 1 de mayo. Los cupos son: seis piezas por pescador y día (zonas con talla mínima de 19 centímetros), cuatro para las de 21 centímetros, y tres para las de 23 centímetros.
Como novedades, con respecto al año pasado, se crean dos nuevas zonas de entrenamiento en el Miño (Outariz, margen derecho y Rexa, margen izquierdo en Ourense). También en A Ponte de Outeiro (aguas arriba del límite superior del coto Terra Chá, en Lugo).
Por otra parte, cada especie tendrá ciertos matices en cuanto a la aplicación de la norma, que afectan a los períodos hábiles, cupos y cebos. Estas excepciones se pueden consultar en la orden publicada en el DOGA el 6 de febrero.
En el Mandeo los ejemplares serán cinco, en el Masma 15, ocho en el Miño y 10 en el coto de Salmeán (Lugo). En el resto de los cotos autorizados del río Eo no se establece cuota anual de captura. La temporada para la pesca del reo también comenzará el 1 de mayo.
