0-0. El Pontevedra choca contra un muro

El bloque granate no hizo valer su condición de locatario y perdió la oportunidad de poner tierra de por medio con sus perseguidores
Un momento del partido. RAFA FARIÑA
photo_camera Un momento del partido. RAFA FARIÑA

El Pontevedra fue incapaz de imponerse al Lealtad en la tercera jornada de la segunda fase por la permanencia en Segunda RFEF. El bloque granate no hizo valer su condición de locatario y perdió la oportunidad de poner tierra de por medio con sus perseguidores. La escuadra dirigida por Luisito tuvo la mayor parte del encuentro el balón, pero fue incapaz de percutir sobre la defensa visitante, que demostró porqué llegaba como el conjunto menos goleado de la tabla. Y es que se jugó a lo que propuso el conjunto asturiano.

El choque comenzó muy igualado. El Pontevedra no encontraba la continuidad en su fútbol, lastrado por el buen trabajo sin balón de una Lealtad atosigante, que obligaba a jugar demasiado en largo hacia un solitario Rufo. El encuentro era una constante concatenación de duelos individuales, mientras las áreas morían de inanición. Tuvieron que pasar muchos minutos para que el PCF empezase a sentirse relativamente cómodo.

No fue hasta pasada la media hora cuando el conjunto granate llegó de verdad al área rival, aunque sin claridad definitiva. Cruz empezó a coger más peso en el partido y a conectar con Damià. Los extremos empezaron a recibir en ventaja. Y desde un centro lateral, pudo llegar el gol. Cruz puso el balón, Rufo no llegó y Damià ejecutó mal los tiempos para cabecear. Su remate murió contra el césped, antes de caer manso a las manos de Bussmann. 

La ocasión pareció espolear al PCF, que al menos logró acabar la primera mitad rondando el área enemiga. Figueroa lo probó de lejos, pero su remate su fue alto. Las ocasiones seguían sin ser suficientes para merecer el triunfo, pero al menos el choque había cambiado.

Esa sensación de cambio de tornas se hizo más potente en el inicio del segundo acto. El Pontevedra fue capaz de desarrollar varios ataques rápidos comandados por Álex. Pero no encontró el gol. Primero Rufo disparó altísimo. Después el propio Álex se topó con Bussmann tras un robo adelantado de Cruz. Por último, el cántabro sirvió el esférico a Damià, que chutó en la frontal. Su disparo tocó en un defensor y se fue a córner.

Parecía que el PCF se entonaba, pero fue solo un espejismo. Poco a poco, el Lealtad fue capaz de volver a bajarle las revoluciones al duelo. Y no fue hasta los últimos instantes cuando volvió a rondar el gol. La más clara fue para Cruz, en un libre directo. Su cabezazo, con el meta ya vencido, se fue rozando el palo. Fue la oportunidad más clara en un quiero y no puedo granate, que hizo más para vencer ante un ramplón Lealtad, pero no llamó tantas veces a la puerta como para acabar derribando la entrada de la muralla.

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