Pontevedra también se juega la liga de fútbol sala

Jenny Lores, Nere Moldes y Pipi compiten este domingo por el título nacional de fútbol sala femenino. Nacidas en Pontevedra, Poio y Bueu, llegaron a coincidir juntas en el vestuario de A Seca
Las tres jugadoras
photo_camera Las tres jugadoras. DP

No está el Poio Pescamar, que se quedó sin la opción de pelear por el play-off de ascenso con la llegada de la Covid-19. Pero el fútbol sala pontevedrés tendrá este domingo sus ojos puestos en el Pabellón Martín Carpena de Málaga, donde a partir de las 17.30 horas (Teledeporte), el Burela Pescados Rubén y la Agrupación Deportiva Alcorcón se juegan el título de liga de esta campaña a una sola carta en la final por el play-off exprés.

Pero, sin la presencia del equipo conservero, ¿por qué tanto interés en la final por la liga? Porque en ella estarán Jenny Lores, Nere Moldes y Pipi. Tres amigas criadas entre Pontevedra, Poio y Bueu que coincidieron en el vestuario de A Seca y que este domingo se reencuentran con la liga en juego.

Jenny Lores (Nueva York, 1991), excapitana del Poio, es la más veterana, aunque afronta su primera oportunidad de ganar un campeonato liguero. "Obviamente es el partido más importante de mi vida. Nunca había tenido la oportunidad de ganar una liga", reconoce la pontevedresa de adopción, que cambió las vistas a Tambo por el proyecto de un Burela en el que ya acumula dos títulos: la Supercopa de España y la Recopa de Europa.

Las naranjas llegan al título definitivo sin haber pasado por el trámite de las semifinales. Clasificados para el play-off los cuatro mejores equipos de la liga regular, la renuncia del Futsi (vigente campeón) les dio una plaza directa en la final. Lo que podría ser una ventaja es en cierto un modo también un hándicap, ya que el cuadro de A Mariña acudirá a la cita definitiva sin rodaje alguno. "Habría estado bien haber podido jugar algún partido amistoso previo", reconoce Jenny. La cierre-ala apunta que deberán acostumbrarse al silencio del pabellón sin público "tratando de animar desde el banquillo a las que estén en pista". "Psicológicamente estamos preparadas y sabemos a lo que nos enfrentamos. Además, hemos vuelto mejor de lo esperado físicamente", anuncia.

Quienes sí saben lo que es jugar a puerta cerrada son Nere Moldes (Poio, 1998) y Laura del Rosario Pipi (Bueu, 1999), la representación pontevedresa en el Alcorcón. Salidas de la cantera del Poio Pescamar, ambas acabaron en Madrid por estudios. La segunda acumula tres años de amarillo. La primera, dos. Antes, Moldes se dedicó a coleccionar títulos en el Futsi Atlético Navalcarnero. Pese a ser campeona de liga o de Europa, la poiense señala que está final "es diferente" y quizá "más ilusionante", ya que ahora ella tiene un rol de mayor importancia en el equipo.

Moldes y Pipi afrontarán el choque con la experiencia de unas semis de infarto ante el Ourense que se decidieron tras 18 lanzamientos de penalti. "Creo que ya tenemos el cupo de nervios agotado", cuenta entre risas Pipi. La joven, con pasado en O Pirata (actual O Fisgón) y el Bueu expresa que, por un lado, llegarán más "cansadas" a la final, pero por otro, tendrán más ritmo ante un Burela que a priori es favorito. Desde luego, anuncia que en "ilusión" no les ganará nadie. Por su parte, Moldes explica que la sensación de jugar sin público ha sido "muy rara", pero también ha ayudado a controlar los "nervios" que genera el ambiente en partidos así.

Así, pese a que todas ellas les gustaría contar con la afición en el partido más importante de ambos clubes en los últimos años (el Burela tiene dos títulos de liga, pero el Alcorcón ninguno), señalan que tanto el formato "emocionante" como la retransmisión televisiva han ayudado a darle visibilidad a la liga. "Mi gente me dice: jolín, es que podemos verte levantando una liga", asegura Jenny. "Será especial, porque la familia podrá vernos cuando normalmente no", dice Nerea. "Me ha escrito mucha gente que está pendiente", remata Pipi. Todas ellas querrán llevarse el título a casa. Pero venza quien venza, quien seguro ganará será Pontevedra pudiendo presumir de ellas.

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