Revolución en el Poio Pescamar

Ale de Paz y Jenny Lores se marchan al Pescados Rubén Burela y el club conservero le ofrece la renovación, a la baja, a Iria Saeta ▶ La plantilla rojilla sufrirá una profunda remodelación tras la decepción de las dos últimas temporadas

Ale de Paz (izquierda) y Jenny Lores durante un encuentro de la temporada. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Ale de Paz (izquierda) y Jenny Lores durante un encuentro de la temporada. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

En poco o no nada se va a parecer el Poio Pescamar de la próxima temporada al de esta. Los dirigentes se preparan para realizar una profunda remodelación de la primera plantilla, ya que están convencidos de que se ha terminado un ciclo y que es imprescindible hacer cambios para alcanzar las metas que se ha planteado la entidad.

Las dos primeras bajas son las de Ale de Paz y Jenny Lores que la próxima temporada militarán en el Pescados Rubén Burela, que el domingo se proclamó campeón de la Copa de la Reina después de quedar segundo en la liga.

Ambas jugadoras optaron por recalar en la estructura lucense, aunque desde el club tampoco se forzó para buscar su continuidad. Ambas son las primeras salidas de una plantilla que cambiará entre seis y siete caras.

Otra jugadora que podría no continuar es la ourensana Iria Saeta, quien cumplió su segunda temporada en el club de Poio, que le ofrecerá la renovación a la baja.

En 2017 la jugadora fichó por el Perscamar con la finalidad de ser una de las referentes del conjunto, sin embargo no ha cumplido con las expectativas depositadas en ella. Fuentes cercanas al club reconocen que la jugadora tiene interés en quedarse para poder demostrar la calidad por la que fue incorporada.

Las que tienen asegurada su continuidad son la brasileña Daniela Sousa y la portera Silvia Aguete, que son dos piezas claves dentro de la formación. Lo mismo parece que sucederá con la internacional marinense Cecilia Puga, que esta semana se reunirá con el presidente del club para determinar su futuro.

Otra jugadora cuya continuidad está en el alero es la colombiana Jessi Jineth.

Sin duda el verano va a ser muy movido en Poio y esta revolución que acecha a la entidad conservera y que tiene en vilo a parte de la afición rojilla viene dada por los malos resultados cosechados esta temporada, donde los objetivos quedaron lejos de conseguirse.

Bien es cierto que el primer muro que se puso el bloque conservero este curso fue el de lograr la clasificación para la Copa de la Reina lo antes posible, dado que el año pasado no lo consiguieron hasta la penúltima jornada. La primera parte de la temporada parecía indicar que todo iba viento a favor y que, no solo se cerraría la clasificación copera, si no que también se haría en una posición bastante alta de la tabla clasificatoria.

Sin embargo los problemas comenzaron a llegar y el equipo empezó a mostrar una imagen impropia. Los malos resultados llegaban y la plantilla dejaba escapar partidos por problemas de concentración, algo que le condenó en varios momentos y que les hizo perder fuerza. Con el paso de las jornadas el equipo fue bajando posiciones y, pese a que la clasificación para la copa era un hecho no se hacía oficial de manera matemática.

Las lesiones y los problemas de algunas jugadoras atacaron a la escuadra conservera. Primero fue Antía Pérez con su lesión de rodilla y cuyo refuerzo (Lidiane Carvalho) no supo adaptarse al equipo y tuvo que abandonar. Después dos pilares fundamentales del equipo, Iria Saeta y Silvia Aguete, arrastraron problemas físicos que le hicieron perderse un gran número de partidos.

Con la clasificación certificada, la liga terminada y todas las jugadoras disponibles, la Copa de la Reina parecía la ocasión perfecta para sellar la temporada de la mejor manera posible. El Ourense Envialia era el primer rival a superar para hacer historia y llegar a semifinales por primera vez en su historia.

Sin embargo el plan volvió a quedarse a medias y el Poio Pescamar dio por terminada una temporada con más sombras que luces, en la que no se cumplieron los objetivos y reinó la incertidumbre.

El dato. Dani Díaz se piensa su continuidad
La intención del Poio Pescamar de cara a la próxima temporada es la continuidad de Dani Díaz como entrenador a pesar de que esta temporada no se cumplieron los objetivos y así se lo hicieron saber los dirigentes hace un par de semanas, pero su futuro está todavía en el aire ya que el técnico todavía no ha confirmado qué hará de cara a la próxima campaña.

El club tiene la intención de que esta semana se cierre la continuidad o, por otra parte, la marcha del entrenador lucense, por ello su presidente tiene previsto reunirse en los próximos días con él para recibir una respuesta definitiva.

No al Levante
Hace un mes el actual entrenador del Poio desechó la oportunidad de irse, como segundo técnico, al Levante acompañando a Diego Ríos, que fichó en Valencia de cara al próximo ejercicio.

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